LONDRES, 21 Dic. (EUROPA PRESS) -
Mientras su hermana Pippa husmea en su armario para coger ideas sobre estilismo, parece que ella también está tirando de imitaciones. En su caso, de su suegra a la que nunca llegó a conocer. Está claro que es muy difícil conseguir la gracia y sofisticación de la princesa Diana, pero hemos de decir que la Duquesa de Cambridge va por buen camino.
Cuando la princesa Catalina hizo su estelar aparición luciendo un elegantísimo vestido negro firmado por Alexander McQueen en los premios al servicio militar del Reino Unido, los fanáticos de la realeza británica tuvieron un recuerdo instantáneo.
A todos ellos se les vino a la cabeza el traje que Lady Di llevó a la Casa Blanca en noviembre del 85, cuando bailó con John Travolta. El impactante diseño en azul medianoche de Victor Edelstein fue más tarde subastado por 80.000 dólares, es decir, más de 60.000 euros.
Si además echamos la vista atrás hasta el mes de julio, vemos a la esposa del príncipe Guillermo de Inglaterra luciendo un par de pendientes de záfiros y diamantes, que en su día pertenecieron a la princesa Diana.
¿Conseguirá Catalina llegar hasta la elegancia extrema a la que Lady Di nos tenía acostumbrados?
