MADRID, 10 Mar. (CHANCE) -
Después de una intensa tarde con las celebraciones del Día de la Commonwealth, Kate Middleton cambió el precioso abrigo burdeos de Catherine Walker que escogió para el evento por un delicado vestido azul de fiesta para asistir a la cena de gala que se celebró en el palacio de Buckingham con motivo del veinticinco aniversario de la fundación Place2be, una organización que vela por la salud mental de niños y jóvenes y de la que la Duquesa de Cambridge forma parte como patrona.
Un vestido azul, de Jenny Packham, que ya conocemos de su viaje a India en 2016, pero que resultó perfecto para la ocasión planteada. Con el cuerpo de pedrería y encaje y una falda de tul hasta el suelo, el diseño brilló bajo las lámparas de cristal del palacio y resaltó la belleza y ojos de la Princesa. Lució a juego un bolso creado expresamente para combinar con el vestido y unos stilettos con cristales en azul y plata de la firma Jimmy Choo.
Además, Kate se soltó el moño que había llevado previamente a la Commonwealth y lució unas hondas sueltas, dejando entrever unos pendientes de pedrería y perlas en diversos tonos azules que formaban pequeñas flores, unas joyas de Erdem que fueron el único elemento que estrenó Kate. Además, en sus manos pudimos ver su inseparable anillo de pedida que no se quita nunca.
Un evento en el que dio un emblemático discurso en el que además de agradecer y alagar la labor de la organización también habló de las grandes lecciones que le estaban enseñando todos los pequeños que formaban parte de Place2be. Una noche en la que la Duquesa lució mucho más tranquila y relajada en que las horas previas, donde se la notó tensa durante toda la ceremonia, probablemente debido a las constantes comparaciones entre Meghan y ella y los rumores de mala relación entre ambas que continúan latentes en cada evento público que comparten.
