Máxima de Holanda deslumbra en su encuentro con Isabel II.
MADRID, 25 Oct. (CHANCE) -
Han pasado cinco años desde que Guillermo Alejandro de Holanda se subiese al trono, pero debido a la agenda tan apretada de la que dispone no han podido realizar una Visita de Estado con la Reina Isabel II de Inglaterra hasta ahora.
El encuentro de dos días de Máxima Zorreguieta y Guillermo de Holanda a las islas británicas ha sido de lo más especial al no haberse producido una reunión royal entre las Coronas de los Países Bajos y Reino Unido desde hace -nada más y nada menos- que 36 años, cuando en 1982 Beatriz y Claus de los Paises Bajos fueron invitados por la reina Isabel y el duque de Edimburgo a pisar sus tierras.
SONRISAS Y COMPLICIDAD ENTRE LOS MONARCAS DE HOLANDA E ISABEL II
Una vez más, los looks de la argentina han sido objeto de alabancia por su acierto a la hora de combinar vestuario y complementos. A su llegada, los monarcas de Holanda fueron recibidos a las puertas del Palacio de Bukingham por el príncipe de Gales y su madre Isabel.
Para la ocasión, Máxima apostó de nuevo por el color que siempre utiliza el primer día de una visita de Estado, luciendo un conjunto rosa del holandés Claes Iversen. Un vestido que hacía las veces de abrigo con un maxi cinturón que se ajustaba perfectamente a su cintura y los zapatos a juego eran de Gianvito Rossi.
Por su parte, Isabel II recurrió al tono morado y la duquesa de Cornualles recicló un atuendo azul oscuro con el que ya se había trajeado durante el Commonweath Day, anteriormente conocido como Día del Imperio.
A la llegada de los reyes holandeses, Máxima lució esa sonrisa que tan acostumbrados estamos a ver en cada evento al que acude. De lo más cómplices, Máxima y Guillermo, saludaron con dos besos a Isabel y derrocharon cercanía durante toda la visita. Después de tomar el té en el Clarence House y visitar la Abadía de Westminster, el plato fuerte de la jornada se produciría esa misma noche con una cena de gala en el Palacio de Bukingham.
DUELO DE TIARAS ENTRE LAS 'ROYALS'
El gran banquete contó con todos los invitados de la familia real británica exceptuando a los duques de Sussex que continúan su gira por Oceanía. La argentina quiso aprovechar este evento tan especial para lucir la ya completa tiara 'Stuart', pues hasta entonces la había portado sin el diamante que la denomina. Un doble gesto por parte de Máxima al elegir esta joya que también lució la reina Juliana -abuela de Guillermo de Holanda- durante su primera visita oficial a Inglaterra en 1972.
Pese a que la pieza a destacar del look de Zorreguieta era la diadema, el vestido escogido también sobresalió, con un diseño de Jan Taminiau -quien firmó el traje con el que deslumbró el día que se convirtió en reina- de palabra de honor en azul degradado y capa de tul abotonada en el cuello.
Isabel II escogió una de sus tiaras básicas, la 'Girls of Great Britian and Ireland' que en tantas ocasiones hemos podido presenciar y lo combinó con un vestido blanco. La monarca de 92 años también quiso tener un gesto a sus huéspedes con su broche de diamantes 'Cullinan III', conocido popularmente como 'Granny's Chips', pieza cortada en una joyería de la ciudad de Ámsterdam.
Por su parte, la duquesa de Cambridge tampoco defraudó con el atuendo escogido pero todo el protagonismo se lo llevó la argentina. Kate Middleton asistió al banquete luciendo un vestido drapeado en azul cielo de Alexander McQueen y la tiara 'Love's Knot' -una de las favoritas de la princesa Diana-. Asimismo, Kate aprovechó para llevar por primera vez la Royal Family Order, distinción que entrega la mismísima reina Isabel y solo es otorgada a mujeres destacables de la realeza. La condecoración consta de una imagen de la monarca de Inglaterra cuando era joven en vidrio y diamantes, sobre una tela de color amarillo.
Camila, duquesa de Cornualles, optó por el mismo tono que Isabel y también quiso lucir como las demás royals una diadema, en concreto la llamada 'Greville'. Tiarra que fue prestada por la reina Isabel II y que tiene una gran trayectoria al pertenecer en su día a la Reina Madre.
REUNIÓN DE LOS MONARCAS DE HOLANDA CON THERESA MAY
El miércoles, los soberanos de Holanda asistieron en un desayuno en la Mansión House de la capital londinense para después asistir a una demostración acuática en el río Támesis. Horas más tarde, Máxima y Guillermo tuvieron un encuentro con la Primera Ministra británica, Theresa May en el icónico número 10 de Downing Street. Para la ocasión, la argentina recurrió a un llamativo vestido rosa con flores negras firmado por Oscar de la Renta.
Antes de volver a su tierra, los soberanos holandeses dijeron adiós a la reina Isabel en el Palacio de Bukingham. Prueba de que la monarca británica ha disfrutado de la corta pero cordial y afectuosa vista de Máxima y Guillermo ha sido las muestras de cariño de 'la reina más longeva' hacia los reyes de los Países Bajos, sonriendo en todo momento.
