MADRID, 21 Feb. (CHANCE) -
Mientras el Príncipe Alberto de Mónaco hace acto de presencia en los Juegos Olímpicos de invierno en Sotchi, Charlene de Mónaco disfrutaba de unos días de relajación en un ambiente muy poco protocolario. La princesa monegasca ha pasado unos días de evasión en el Caribe, donde ha sido cazada por un paparazzi en actitud desenfadada, y especialmente cariñosa con un hombre. La exclusiva de la revista alemana Bunte ha conseguido desatar el escándalo, donde se ven instantáneas de Charlene más sonriente que nunca. Ya que una actitud alegre es algo a lo que nos tiene muy poco o casi nada acostumbrados.
Esta actitud tan desmelenada ha sido objeto de controversia y debate en el medio alemán, que habla sobre si esta actitud es digna de una princesa de la casa Grimaldi. El medio citado comenta que dichas fotografías no serán en absoluto "plato de buen gusto" para su marido, con el que siempre aparece en los eventos manteniendo las formas y en una actitud muy poco expresiva. Expresiva en exceso aparece en las fotografías y en actitud cariñosa con un hombre, al que abraza, besa en la mejilla e incluso baila con él de forma desenfadada.
A pesar de la actitud, Bunte también cuenta el motivo de su escapada: la princesa acudió a dicha reunión entre amigos, en la que Charlene donó un equipo de salvamento por valor de 1.350 euros. Además de esto, el medio citado asegura que entre los invitados se encontraba un reverendo anglicano muy amigo de la familia. ¿Es simplemente una reunión entre amigos con fines solidarios o era una forma de escape de Charlene para poder "soltarse la melena"?
