MADRID, 6 Ago. (CHANCE) -
Finalizada la última jornada de vela, podemos decir que el Rey Felipe VI ha dejado su huella en la 41ª edición de la Copa del Rey Mapfre en Palma de Mallorca. Este sábado ha terminado el torneo en el que el monarca, a bordo del Aifos, ha conseguido una segunda posición. Su equipo no dudó en celebrarlo en su llegada al puerto, momentos antes de ser galardonados con un trofeo que daría lugar a una situación bastante peculiar.
Después de una competición intensa y desafiante, Don Felipe no solo celebró un merecido podio, sino que destacó por su dedicación a las labores de recogida y protección de la embarcación tras cruzar la línea de meta. Además, el monarca mostró su lado más cercano y atento a una pequeña niña que acompañaba a una de sus compañeras de equipo, creando una bonita estampa mientras conversaba con la tímida niña que se refugiaba en el regazo de su cuidadora.
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A su llegada al club náutico, el ambiente se llenó de vítores de "¡Viva El Rey!" mientras algunos de sus compañeros celebraban el éxito de la jornada al abrir una botella. Sin embargo, el monarca se mantuvo concentrado en las tareas finales. Durante la celebración, resonaron risas mientras algunos de los protagonistas se lanzaban al mar para festejar su éxito. Diversos equipos compartieron sus experiencias, destacando la dificultad y la emoción de la competición en condiciones meteorológicas cambiantes.
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El punto culminante de la jornada llegó cuando el Rey Don Felipe recibió personalmente el trofeo de la Copa del Rey de vela, protagonizando un momento histórico al entregar el premio a sí mismo tras su primer podio en la competición. Con una sonrisa de felicidad y orgullo, posó con el galardón junto a sus compañeros del equipo Aifos y a Javier Banderas, cuyo equipo también fue premiado.
El acto de entrega estuvo lleno de momentos divertidos y de emoción, con el Rey entregando trofeos a equipos femeninos y masculinos por igual, mostrándose siempre cercano y sonriente con los participantes, incluso con un par de niñas presentes en el evento.
En su discurso, el presentador del acto destacó las condiciones poco convencionales de esta edición y el compromiso del Real Club Náutico de Palma con la vela, subrayando que la verdadera esencia de la competición reside en los deportistas y su pasión por la vela. El Rey Felipe, entre aplausos y con una mirada llena de satisfacción, cerró el evento entregando el Trofeo del Real Club Náutico de Palma y expresando su entusiasmo por el próximo año.
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