MADRID, 27 Ago. (CHANCE) -
Los VMA han dado que hablar, pero la protagonista de la noche fue, sin duda, Miley Cyrus, con sus chabacanos movimientos y su insinuante actitud.
La polémica está servida, y es que desde que Cyrus ha cambiado de look, son muchas las excentricidades que ha protagonizado, aunque la gota que colmó el vaso fue su continuo restregamiento hacia cualquier cosa viviente que se le pusiera delante.
Somos partidarios de la libertad de expresión, así que si realmente esta es la verdadera personalidad de Miley nos parece estupendo que se exprese, pero en sus videoclips. Un artista no solo goza de cualidades como una gran voz, sino que también ha de saber estar en cada situación, y desde luego una gala de premios dirigida a todos los públicos no era el lugar idóneo para demostrar lo que quisiera demostrar.
Miley Cyrus no ha creado nada nuevo. No es la primera estrella Disney que por unos motivos u otros ha provocado algún que otro escándalo.
Hannah Montana (porque aunque vaya de malota siempre será Hannah Montana), ha dicho en varias ocasiones que la única que la entiende es Britney Spears. Una razón más a favor de aquellos que dicen que Cyrus es la nueva Britney.
Parece haber una maldición para todas las niñas Disney. Obcecadas por querer cambiar su imagen se han acabado pervirtiendo hasta tal punto que son muchas las que han acabado pasando por rehabilitación.
Britney Spears fue la primera niña Disney que se estrelló. Con tan solo 11 años entraba en el programa El Club de Mickey Mouse, donde siguió convirtiéndose en cantante y acabó siendo en todo un show. Ha tenido idas y venidas en centros de rehabilitación, pero su caso más sonado fue cuando se rapó la cabeza. La historia que contó su manager fue que a raíz de poder perder la custodia de sus hijos, ella se rapó la cabeza, ya que al parecer se puede hacer un análisis del pelo y descubrir si has tomado drogas.
Otra exchica Disney muy sonada ha sido Lindsay Lohan, que inició siendo inocente y acabó convirtiendose en una adicta al alcohol y a las fiestas. Ha visitado varias veces centros de rehabilitación e incluso la cárcel.
Otra, que también ha sido centro de atención de la prensa, ha sido Amanda Bynes. No perteneció a Disney, pero sí a Nickelodeon. Bynes, desde hace unos meses, no ha podido parar de liarla, y actualmente está en un centro psiquiátrico tratándose sus trastornos.
Parece que nadie les ha dicho que no hace falta perder tu dignidad para que te desvinculen de ser una chica Disney. El claro ejemplo es Selena Gomez, quien ha asumido con elegancia su papel en Disney y poco a poco está madurando. Asume con elegancia haber sido una chica Disney y sigue evolucionando.
