MADRID, 13 Jun. (EUROPA PRESS - Alba M. Villamor) -
Hace una década que este jovencito saltó a la fama gracias a su papel en el largometraje basado en las novelas de J.K.Rowling. El mago más popular del panorama ha dejado de jugar con pócimas y búhos para convertirse en un actor teatral de primera.
Daniel Radcliffe nació el 23 de julio de 1989 en Londres y tras hacer sus pinitos frente a las cámaras saltó a la fama con su papel en Harry Potter. Nadie como él para protagonizar a un niño que pasa de vivir con sus tíos en un pequeño pueblo a enterarse de que es verdaderamente un mago.
En sus primeras apariciones, Daniel mostraba su lado más carismático ante los medios. Con apenas 12 años, Harry Potter era el ídolo de todos los adolescentes, tanto por su imagen tras esas redondas gafas, como por su manera de competir dentro del colegio Hogwarts.
Los hechizos, las pócimas y eso de viajar sobre una escoba fueron el sueño de todos hace ya una década, pero, como todo, las cosas van cambiando; y eso que la saga de Harry Potter empezó siendo un cuento mágico y ahora es una auténtica mina de oro, tras 7 libros y 8 películas.
"DE HARRY POTTER A DANIEL RADCLIFFE"
Pero la vida de este jovencito cambió. En 2007 se atrevió a quitarse toda la ropa sobre un escenario y montarse a los lomos de un caballo, protagonizando la adaptación al teatro de Brokeback Mountain, junto a Zac Efron.
En algo más de un mes, el joven cumplirá 23 años y Broadway se ha rendido a sus pies, porque además de ser un buen intérprete, Daniel es el número 1 de los musicales.
Su última aparición tuvo lugar durante la gala de los Premios Tony 2011 en Nueva York, donde junto a su equipo, Daniel demostró que lo suyo es el espectáculo en estado puro con la obra 'How to Succeed in Business' (Cómo triunfar en los negocios), donde su corbata azul y su chaqueta de cuadros son sus mejores armas.
En cuanto a su físico solo hay que ver la comparación de la imagen. Daniel ha dicho adiós a esa silueta delgaducha para convertirse en un chico con una silueta definida. En cuanto a sus look, las camisas estampadas pasaron a mejor vida, ahora el joven suele enfundarse elegantes trajes con pajarita.
Lo mismo le ha ocurrido a su pelo. Cuando se inició en el cine, Daniel y el peine no eran amigos, pero ahora han debido de hacer las paces, porque la gomina y la raya a un lado le acompañan día y noche. Este chico se ha convertido en un verdadero hombrecito.
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