Un jardín muy vivo en Otoño

Actualizado: jueves, 5 noviembre 2009 12:00

El otoño ha entrado de lleno. Pero no significa que la estación más melancólica del año deba estropear o desmejorar la imagen de tu jardín. No renuncies a una parcela bonita y aprovecha lo mejor de esta temporada para utilizarlo a tu favor y lucir un jardín vivido y bonito también en otoño.

Posibilidades del otoño

Las posibilidades que ofrece el otoño son varias como por ejemplo optar por flores perennes o por plantas de follaje con vivos matices. En esta época del año son muy comunes las bulbosas, así como las fresias, los tulipanes o los claveles, También el ciclamen enano y la vara dorada.

Por otro lado, el follaje puede contribuir significativamente a dar color al jardín. Las hojas de ciertas plantas perennes herbáceas aportan tonos muy interesantes al jardín durante el período otoñal otorgando al terreno con brillantes tonos púrpura, amarillos y rojos.

Las gramíneas ornamentales combinadas a la perfección con otras especies como los arbustos y las flores dejan un aspecto espectacular al jardín también en otoño. Colocadas en lugares más bien soleados o en los bordes de los caminos, aportan vitalidad al entorno. Además, este tipo de plantas necesitan cuidados mínimos, aunque necesitan ser podadas a finales del invierno a pocos centímetros del suelo.

De este modo, cuando empiece la primavera, comenzarán a desarrollar un nuevo follaje muy vigoroso. Además, una de sus ventajas principales es que rara vez se ponen enfermas. Además de su forma y follaje vistosos, muchas de esas gramíneas ornamentales poseen cabezuelas de semillas que durarán hasta bien entrado el invierno.

Flores de la estación

Entre las plantas perennes que aguantan sus flores durante el otoño las más destacadas son por ejemplo el azafrán de otoño, o el ciclamen enano, pero las que sobresalen sin ningún tipo de duda sobre el resto de especies son las fresias, los tulipanes, los claveles o los pensamientos.

El azafrán de otoño es una planta bulbosa enana que debe sembrarse en grandes grupos. Sus flores son dobles, finamente tubulares. Su color es cercano al lila rosado, y en ocasiones que puede necesitar soporte. Las hojas del azafrán de otoño aparecen en primavera. Hay que plantarlas a pleno sol, aunque se mantienen en perfectas condiciones en los inviernos de climas templados.

El ciclamen enano se caracteriza por su parte por tener bellas hojas jaspeadas y lobuladas, así como por sus tallos delgados. Además, da flores rosadas o blancas, y se suele usar como acolchado al pie de los árboles.

Al igual que el azafrán, es ideal para ser plantada en grupos.

Las fresias son plantas originarias de Sudáfrica, que presentan hacia finales del invierno gran cantidad de flores amarillas, rojas y violetas. Además son muy fragantes y sumamente decorativas. También se adaptan al cultivo en maceta y se mantienen perfectamente durante bastante tiempo una vez cortadas. Por esta razón resultan perfectas para realizar centros florales.

Necesitan estar plantadas a pleno sol, aunque una vez que las plantas ya han crecido y comienzan a dar flores, hay que trasladarlas a un lugar semisoleado para evitar que sufran daños. El suelo en el que se plantan debe estar bien drenado y abonado, ya que necesitan abundante materia orgánica. Debes regar las fresias durante los primeros días y durante la floración cada dos o tres días. Luego debes ir espaciando la frecuencia del riego, hasta que se seque el follaje, momento en el que dejarás de regar.

Otras flores de exterior ideales para la temporada son los pensamientos. Esta es una planta anual y la puedes encontrar en el mercado en muchas variedades y colores. Además son muy fáciles de cuidar y crecen muy rápido, aunque nunca sobrepasan los 25 centímetros de alto.

Para que los pensamientos se desarrollen bien, deben estar plantados en suelos ricos en nutrientes, procurando que siempre se mantenga húmeda. Necesitan estar plantadas a pleno sol, aunque aguantan a la perfección el frío del invierno. Su época de floración es amplia, ya que comienzan a dar flores desde principios del otoño hasta la llegada del verano. Entonces es cuando comienzan a marchitarse, y es mejor tirarlas. Sin embargo, si se marchitan antes de tiempo, todavía puedes salvarlas. Para ello, debes cortar el tallo lo más abajo posible y así florecerá más.