LOS ANGELES, 23 Ago. (EUROPA PRESS) -
El tiempo no perdona, ni siquiera cuando eres una superestrella del fútbol, icono de moda y de belleza. Pero a los 36 años y si entran en juego la genética y el abuso de productos capilares, hay que tener cuidado porque hasta el más guapo puede tener una coronilla más despejada de lo normal.
El marido de la ex Spice siempre ha estado dispuesto a marcar tendencia en el mundo de la peluquería masculina. Su última aportación es un arriesgado peinado con un aire rockabilly y muy semejante al de los gánsters años 20 que Martin Scorsese ha resucitado para la serie 'Boardwalk Empire'.
Así se dejó ver disfrutando de las olas junto a sus hijos o en algún que otro acto en el que había que lucir percha.
Pero los intrépidos periodistas del diario 'Daily Mail' captaron al guapísimo papá en un restaurante de Los Angeles con su pequeña Harper, con su mujer, pero con menos pelo.
Mal peinado o no, lo cierto es que además del inmenso tatuaje de su coronilla -una cruz con alas- las cámaras captaron la coronilla del futbolista más clara de lo habitual.
El rey de los peinados, de los tintes y las mechas y de los cambios radicales, podría estar perdiendo una de sus señas de identidad: su cabello áureo.
Tal vez sea fruto del estrés propiciado por la llegada de un nuevo miembro a la familia Beckham pero si realmente la caída va a más, podría convertirse en el perfecto embajador de quienes se rapan para evitar ver como poco a poco sus entradas van a más.
