MADRID, 31 Jul. (CHANCE) -
Con el inicio de agosto comienzan las vacaciones de muchísimos españoles, que salen a la carretera buscando las costas o sus lugares de descanso y desconexión. Sin embargo y terriblemente no todos llegan a su destino y los accidentes en las carreteras españolas son una cruda realidad.
Según la DGT En 2016 más de 100.000 conductores dieron positivo en los controles de alcohol y otras drogas realizados por la ATGC. En 2018 El 43% de los conductores fallecidos en accidente de tráfico y analizados por el Instituto Nacional de Toxicología tenían presencia en sangre de alcohol, drogas o psicofármacos. En peatones ese porcentaje fue del 32%.
Pero ahora las carreteras tienen un nuevo enemigo, tanto o más peligroso que el alcohol y las drogas: el teléfono móvil. Cada vez vivimos más enganchados a nuestros smartphone, estando prácticamente enganchados a estos dispositivos, que ya han afectado de manera directa a los porcentajes de accidentes en carreteras.
Según los mismos datos de la Dirección General de Tráfico, el uso de wasap en carretera dispara el riesgo de accidentes un 134%, además el móvil se ha convertido en el principal causante de accidentes en carretera. Los teléfonos móviles han tenido la culpa de que la siniestralidad en carretera haya aumentado desde el año 2015, siendo obligatorio aumentar las normas de tráfico.
En España un accidente en carretera causado por el uso de un teléfono móvil se considera una imprudencia grave y en el caso de que haya fallecimiento pueden enfrentarse a una pena de 1 a 4 años de cárcel.
Por eso mismo, antes de la operación salida desde la DGT ponen especial hincapié en que dejemos el móvil mientras conducimos e incluirán drones en las carreteras y autovías desde el 1 de agosto para multar y detectar todas las infracciones, incluido el uso de móviles.
