Valentín Fuster: "La enfermedad va a aumentar y la mortalidad hará lo propio debido a la obesidad"

Beatriz Velasco

Por María José Moreno

Es toda una eminencia en el ámbito de la cardiología, aunque él sigue considerándose "una persona normal". A sus 65 años, este barcelonés residente en Nueva York cuenta con cuatro de los galardones más importantes científicos de las cuatro organizaciones más prestigiosas del mundo en su especialidad: la Asociación Americana del Corazón, el Colegio Americano de Cardiología, la Sociedad Europea de Cardiología y la Sociedad Interamericana de Cardiología.

Sus intensos ojos azules desprenden esa serenidad que, según él, solo se consigue dedicando cierto tiempo a pensar en silencio, a reflexionar. El tamaño de su currículum es tan solo equiparable con su generosidad y sus ganas de ayudar a los demás, de ahí el novedoso proyecto que encabezó en Nueva York para poder tratar a los pobres del Medicaid (seguro médico para las clases norteamericanas más desfavorecidas) junto con los pacientes privados.

- En el siglo XXI, ¿las enfermedades cardiovasculares han aumentado?

- No, por cada edad han disminuido. En realidad la vida se ha prolongado 6 años. Lo que ocurre es que la mortalidad no ha disminuido, y lo que va a suceder es que la enfermedad va a aumentar y la mortalidad también hará lo propio debido a la obesidad fundamentalmente.

- ¿La obesidad es la gran enemiga del corazón?

- Sí, porque da lugar a la presión arterial alta, al colesterol y también a la diabetes. Hoy en día, en países avanzados la obesidad crece por las grasas, y en los países pobres sucede lo mismo, puesto que lo que allí es más barato son los hidratos de carbono. En ambas partes del planeta se llega al mismo problema. Por esto la previsión de un futuro para las enfermedades cardiovasculares es muy preocupante.

- Los avances médicos aumentan a la vez que el nivel de vida saludable desciende, ¿qué recomienda para llevar a cabo una vida saludable?

- En realidad, lo que tenemos todos los seres humanos para llegar a esa vida saludable es una lucha, hay una gran diferencia con el cáncer. En el caso del corazón, hay una lucha entre el mundo de consumo que uno vive y lo que uno debería hacer, porque todo el mundo sabe lo que hay que hacer para estar sano, solo hay que proponérselo; en el segundo caso, el gran problema es que el 25% de los cánceres no se pueden prevenir y esto sí que es una tragedia.

- ¿Por qué la salud mental está relacionada con la cardiovascular y viceversa? ¿En qué ayuda la primera a la segunda?

- El corazón básicamente palpita cuando hay un estrés emocional, si éste es muy agudo puede provocarse un infarto de miocardio; por otro lado, el corazón por sí mismo cuando está enfermo puede dar una sensación de frustración en el cerebro.

- ¿Cree que en España se debería destinar más dinero a Investigación y Desarrollo?

- Se debería destinar más dinero para Investigación y Desarrollo, porque ahí es donde está el futuro de un país. El problema es que cada vez gastamos más dinero en curar la enfermedad, en lugar de prevenirla. El futuro de la medicina debería enfocarse hacia los tratamientos.

- ¿Qué le aporta Estados Unidos? ¿Ha aprendido algo de su estancia allí?

- Estados Unidos me ha dado una oportunidad para avanzar, me han dado todo lo que he pedido, y esto es muy importante para un investigador. Allí, los hospitales son muy pobres o muy ricos y he tenido la suerte de ver el lado positivo.

- ¿Es difícil compaginar el trabajo que usted desempeña con tener vida familiar?

- Son completamente compaginables, lo que es importante es la calidad de vida que uno tiene y eso se consigue tanto en el trabajo, como con la familia.

- Un consejo para las nuevas generaciones de médicos...

- Lo que llamo las cuatro T's: Tiempo para reflexionar (pensar con calma durante 10 o 15 minutos, para diferenciar lo prioritario de lo secundario), talento a descubrir (buscar para lo que realmente sirve cada uno, y no intentar conseguir objetivos inalcanzables que aumentan la neurosis), transmitir actitudes positivas (dar más que recibir forma parte de la felicidad), y tutelar a la gente joven (entendiendo como tal a cualquier persona, porque todos somos unos inmaduros y necesitamos gente que nos ayude).