MADRID, 8 Jul. (CHANCE) -

Las Ventas volvieron a convertirse un año más en el escenario de la Red Bull X-Fighters de Madrid. Un espectáculo que ya va por la edición número 16 y que anoche reunió a más de 20.000 asistentes. Todos ellos se quedaron sin alimento con esta competición que enfrenta a los mejores pilotos del freestyle motocross del mundo.

Estos Sanfermines improvisados ya son una tradición en las noches de verano madrileñas donde justo este año coincidió el día de San Fermín. Dani Pedrosa fue el encargado de dar el pistoletazo de salida con un chupinazo que iluminó el cielo nuboso de Madrid. Y es que horas antes, los incondicionales del Red Bull X-Fighters habían visto como la intensa lluvia amenazaba que los riders pudiesen salir al coso madrileño.

Durante la competición se vivió algún que otro tensión, sobre todo con la caída del joven alicantino Christian Meyer al intentar hacer un doble backflip en la ronda de semifinales. Como ha informado el propio equipo de Red Bull, el piloto de 20 años "sufre un traumatismo torácico pero no tiene ninguna fractura y está fuera de peligro".

Una noticia feliz que se suma a la apoteósica victoria del neozelandés Levi Sherwood dejando el segundo puesto para el australiano Josh Sheehan y el tercero para el japonés Taka Higashino. Los españoles Dany Torres y Maikel Melero quedaron en sexta y octava posición, respectivamente.

Una noche de vértigo donde los fuegos artificiales pusieron el broche de oro a otra edición de la Red Bull X-Fighters madrileña.