MADRID, 15 Jul. (CHANCE) -

Hace unas horas nos sorprendía la noticia de que Mila Ximénez y Kiko Matamoros podrían haber enterrado el hacha de guerra tras largas tardes de tensión en el plató de Sálvame. Todo esto ocurría antes de que la colaboradora se fuera a Honduras...

Y aunque lo que todos esperábamos a la vuelta de la sevillana eran voces y más de un reproche por la actitud de algunos de sus compañeros, parece que ha regresado una nueva Mila. Sus largas jornadas de reflexión, por el momento, parece que le han sentado muy bien.

La colaboradora, que ha declarado no saber donde tiene la cabeza todavía, vuelve a la normalidad de su día a día. Incluso ha tenido tiempo de reencontrarse por los pasillos con sus compañeros, "he abrazado a Matamoros y a Lydia", comentaba orgullosa la ex de Santana.

Todo indica que la periodista quiere dejar a un lado todos los comentarios y críticas que se han hecho de su paso por Supervivientes y empezar una nueva vida, sin rencores ni malas palabras. Y así de claro lo ha dejado. A las insinuaciones sobre si alguno de sus compañeros tendría que temblar, -refiriéndose a Lydia Lozano-, la exconcursante solo ha querido añadir que "amo a mis compañeros, los quiero, llevo con ellos muchos años".

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Sobre su incorporación al programa, la tertuliana de 64 años ha dejado en el aire si volveremos pronto a verla sentada en la silla que dejó vacía hace tres meses, cuando se adentró en la aventura de su vida. ¿Cuánto tiempo pasará hasta que volvamos a ver a Mila en toda su esencia?

Mientras tanto sigue disfrutando de unas merecidas vacaciones y reponiendo fuerzas para volver con las pilas cargadas. Encantada la hemos podido ver apoyando a su amigo y compañero Jorge Javier Vázquez en Barcelona, en el estreno de su musical Iba en serio. "Jamás faltaría" decía una Mila que no se siente dolida por las palabras del presentador, que hace unos días declaraba que "soy amigo de Mila pero prefiero que no gane". Y es que la amistad está por encima de todo para la nueva Mila.