MADRID, 18 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los chicos de Geordi Shore han tenido una nueva visita. Esta vez se trata de Chloe, la novia de Jay, que llega a Cancún para pasar unos días en la casa con todos los integrantes y poder celebrar el cumpleaños de su novio.
Cómo no podía ser de otra manera, llegada la noche la pareja decide tener una velada romántica. Entre arrumaco y arrumaco, Jay le confiesa a su novia su decisión: abandonar Geordie Shore. De momento ha decidido ocultárselo a sus compañeros, pero soltará la bomba el mismo día de su cumpleaños.
Dice que le preocupa seguir en el programa si lo que realmente quiere es formalizar su relación con Chloe. El alcohol y las mujeres son un constante en este programa, por ello quiere evitar las tentaciones. A través de un comunicado de MTV, Jay aclaró: "Me gustó mucho ser parte de la familia de Geordie Shore, pero ahora es el momento que me centre en mi relación. Ahora tengo novia seria, y quiero pasar tiempo con ella".
Tal y como os contamos la semana pasada, Vicky y Ricci han sido expulsados de la casa tras una pelea que tuvieron, así que ahora toca regresar para recoger todas sus cosas. Es momento de despedidas, lágrimas y abrazos. Los concursantes viven momentos difíciles viendo como sus compañeros se van marchando del reality. Primero fue Sophie y ahora le toca el turno a los prometidos.
Sabemos que estos chicos estaban un poco locos, pero esto ya es lo último. Resulta que la casa está llena de malas vibraciones y Gaz convence al resto de habitantes para invitar a un chamán. Tras una ronda de reconocimiento y sus correspondientes rituales, el chamán echa a los malos espíritus de la casa lo que provoca un bienestar general entre los concursantes.
Pero no todo pueden ser compras y lloros. Caída la noche, deciden quedarse en casa para beber y jugar a la botella, ese juego donde el único fin es besar tenía que acabar como acabó, con Charlotte y Gaz de nuevo liándose y Holly y James con su tonteo.
