Luján Argüelles, afortunada en el trabajo televisivo y en el amor

Beatriz Velasco

Por María José Moreno

Sus enormes ojos azules muestran la ilusión con la que Luján Argüelles afronta esta nueva etapa profesional que le está brindando el mundo de la televisión. Comenzó haciendo radio con los grandes y ahora es una de las caras más conocidas de Cuatro debido a "Password" y "Granjero busca esposa", dos programas en los que presenta, habla y se mueve como una auténtica profesional.

Debido al éxito de la temporada anterior vuelve ésta con "Granjero busca esposa", introduciendo dos novedades: una granjera buscará marido y también habrá dos gemelos que pondrán toda la carne en el asador para encontrar el amor en la granja.

La vida sonríe a esta asturiana que además de tener completa su faceta profesional también ha llenado la personal con su marido Benjamín. ¿Le será más fácil hacer de celestina rural ahora que ella ya ha encontrado el amor?

- Tras la primera temporada en "Granjero busca esposa", ¿te sientes un poquito más granjera ahora?

- Siempre lo he sido, aunque tomé un camino distinto. Aun así todos los veranos vuelvo a mi pueblo, donde mis padres tienen su granja. No me hace ilusión meterme a limpiar esas cositas, pero si tengo que hacerlo... se hace.

- En esta ocasión habéis introducido el factor femenino, pero aun así sigue existiendo desigualdad, ¿las mujeres no quieren participar en el programa?

- Nos encantaría meter más mujeres, pero es que no se presentan. Sé que la gente insiste mucho en esto, pero buscamos y no encontramos nada. Igualmente nuestra granjera va a tener muchísimo éxito, de hecho le llegan cartas a su casa y le llaman hombres que no quieren presentarse al programa para decirle que le esperarán.

- ¿Te meterías entonces en un programa como este?

- En los pueblos cuando los amigos se empiezan a casar cada vez te van quedando menos opciones a la hora de encontrar pareja, así que si yo estuviera en su situación me presentaría al programa sin dudarlo.

- ¿Qué aporta un programa como este a la parrilla?

- El mundo no es el "Vogue", España es más rural que otra cosa y al público le gusta ver esa faceta.

- ¿Qué ven los granjeros en ti para contarte sus confidencias?

- Nos llevamos muy bien, pasamos mucho tiempo juntos, porque se sienten muy abrumados y terminan contándome lo que les ocurre.

¿Alguna vez has tenido que pararles los pies porque hayan confundido la amistad que mantienen contigo con otras cosas?

- ¡No! (ríe). Si eso pasara ahí está mi marido, que mide dos metros.

- Ahora ya hay una granjera que busca marido y tú te has casado hace poquito, ¿qué tal os va?

- Muy bien, soy una granjera que ha encontrado el amor.

- El salto de la radio a la televisión te está yendo fenomenal, incluso has recibido un premio hace poco, ¿cómo llevas el éxito?

- Es relativo, todavía no sé qué es el éxito en televisión. Estuve doce años en la radio y veía la televisión como cualquier espectador, así que cuando la gente me habla de éxito o de formatos siento que soy una recién llegada que está experimentando. Con el paso del tiempo me daré cuenta, supongo.

- ¿Te ha sorprendido esta popularidad?

- Cuando empecé "Password" fue para los tres meses de verano. Para mi supuso un salto vertiginoso, pero lo que yo sí sabía en ese momento es que mi etapa de radio estaba un poco estancada, así que tomé una decisión.

- ¿Te atraía más la televisión que la radio?

- No, la tele es divertidísima y me están tratando fenomenal, pero a nivel profesional lo que me gusta y lo que siempre he pensado que hago mejor es la radio.

- ¿Te gustaría haber triunfado tanto en la radio como lo estás haciendo ahora en la televisión?

- Sí, me habría gustado. En la radio no estaba evolucionando, pensaba que no me escuchaba nadie, porque sacábamos a antena un debate interesantísimo y lo mismo solo entraban 30 personas, por lo que intuía que esos eran mis únicos oyentes (ríe).

- Has recibido hace poco la Antena de Oro, ¿supone esto tu asentamiento definitivo en televisión?

- Creo que en este medio solo luchas y superas obstáculos. Me gustaría volver a la radio, porque es como un veneno que engatusa. Tengo ofertas, pero ninguna seria.

- ¿Sufres mucho con las audiencias?

- Muchísimo, las miro todos los días y cuando vamos mal me agobio un montón. Soy una sufrida, vine a este mundo para sufrir (ríe).

- ¿Qué te gustaría hacer para seguir evolucionando profesionalmente?

- Un directo para ver si tengo esa descarga de adrenalina que me da la radio.

- ¿Tu trabajo te deja todo el tiempo libre que te gustaría?

- Entre los tacones, el maquillaje, la prueba de vestuario y la de luces... echas muchísimo tiempo. Cuando grabamos estamos allí desde que cae el sol hasta que vuelve a salir.