MADRID, 31 May. (CHANCE) -
Mucho creemos que conocemos a Malú, pero realmente de María Lucía Sánchez Benítez quizá no conocemos tanto. Es hija de una gran saga de artistas donde el nombre de Pepe y Paco de Lucía siempre están ahí rondando y siempre ha tenido muy claro que sería cantante.
Sus canciones, sus gustos, sus gestos, sus cambios de pelo, su conocida operación de vesícula justo cuando estaba en plena gira, su estilismo... puede parecer un libro abierto pero no lo es tanto.
Lucía Sánchez Benitez, a pesar de comerse el escenario, se confiesa tímida y vergonzosa y sobre todo curiosa... curiosa ante la vida, en el buen sentido de la palabra. Tiene muchas dudas.
MALÚ Y SU 'MIEDO A LA MUERTE'
Delante de Bertín Osborne en Mi casa es la tuya ha confesado que cuando le operaron de la vesícula, como se apagaba por minutos, creía conscientemente que se iba a morir cuando subía en un ascensor con sus padres y pensó una frase de lo más dramática que no quiso comentar mucho por si su padre se enfadaba: "Mamá no te preocupes que me voy con los abuelos".
Y como cuando casi todo el mundo se encuentra con esa situación, entre la vida y la muerte, ella pensó que tenía que cambiar y que tenía que vivir más, además de cantar.
Sin embargo no notó que las letras de sus canciones cambiaron, sino que fue progresivamente conforme fue madurando.
Una de las preguntas existenciales que Malú se plantea en ocasiones es como será el morirse, si te dormirás y ya está o qué.
Otra de las preguntas existenciales que se ha realizado la sobrina del fenómeno Paco de Lucía, fue nada más empezar en esto. Cuando comenzó, a sus 16 años, no se divertía con la fama o con las entrevistas: "No entendía porqué tanta entrevista, tanta pregunta si yo no soy político...".
Quien lo iba a decir pero Malú se llegaba a preguntar si realmente le compensaba ser cantante: "Cuando eres tan asquerosamente exigente y todo lo que haces te ocupa el 100 por 100 de tu energía te puede debilitar y te preguntas si te compensa realmente: 'nos vamos a esto... y dices ah ya no puedo'. Luego te subes al escenario y dices sí, sí me compensa".
Por miedo no quiere pensar como se verá en 20 años al igual que tampoco hace muchas cosas por si se rompe algo o si le pasa algo.
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BERTÍN OSBORNE SE ENCUENTRA CON EL REFLEJO DE SÍ MISMO EN MALÚ
Bertín Osborne ha encontrado en Malú la horma de su zapato y le ha realizado una entrevista con las cosas que le han rondado por su cabeza y que se preguntaría a sí mismo. ¿Qué piensa cuando llegas al hotel tras un concierto? ¿Eres supersticiosa? ¿Si no hubieras sido cantante que hubieras sido? ¿Al debatirte entre la vida y la muerte, cuando la operación qué pensabas? ¿crees en la luz esa que dicen al final del túnel? y entre otras le preguntaba...
¿Tu eres feliz? y ella comentaba: "Yo creo que ya sí. Soy muy feliz con el día a día, con la familia, con los animales. Parece muy sencillo pero es así. Tienes, tenemos una vida con mucha presión. Creemos que la felicidad es algo que hay que tener siempre, un estado y realmente son momentos".
Malú le devolvía la pelota a Bertín y este contestaba que él era feliz a ratos porque no le gustan las cosas que se escuchan de niño que viven en una guerra.
Una entrevista muy compenetrada donde la duda de si sigue o no con Gonzalo Miró sigue siendo un halo de misterio.
-La relación de Malú y Gonzalo Miró sigue siendo un misterio ¿Siguen?
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