MADRID, 28 Oct. (CHANCE) -
El jueves pasado se vivió una de las galas más tensas de esta edición de GH VIP 7 y es que Jorge Javier Vázquez se tuvo que poner serio, dejar a un lado el sentido del humor que tiene casi siempre con los concursantes para reprimir a Mila Ximénez y Alba Carrillo la actitud que están teniendo en el reality. Lo cierto es que ambas han estado una semana quejándose no solo de la organización del programa sino del trato que el presentador les ha estado dando en las conexiones que se hacían en directo. De esta manera, parece que las palabras de Jorge les ha servido para mucho porque las dos han cambiado su forma de hacer el concurso y eso, es algo que ha agradecido la audiencia.
Alba Carrillo ha tenido un cambio radical. Una sonrisa en su rostro, amabilidad y cordialidad con los compañeros con los que no tiene buena relación. Sorprendentemente inesperado este cambio de actitud y es que nadie se esperaba que la modelo fuero capaz de remontar después de la semana que ha tenido llorando por las esquinas de la casa de Guadalix de la Sierra y quejándose en todo momento por el trato que estaba teniendo por los trabajadores del programa.
Mila Ximénez por el contrario, no ha estado llorando por los rincones de la casa pero sí que ha estado quejándose de cómo Jorge Javier Vázquez le hablaba. Aseguraba sentirse humillada por su gran amigo y no entendía cómo, precisamente él, era capaz de ridiculizarla delante de todos los espectadores. Tras las palabras del presentador, la colaboradora de Sálvame ha cambiado el chip completamente y parece otra. De hecho, uno de los reencuentros más esperados esta pasada noche era el de Hugo Castejón y la periodista, que lejos de protagonizar una discusión, los dos supieron llevarse correctamente sin alterarse lo más mínimo.
Ahora, las dos concursantes están renovadas pero ¡atención! esta semana no será nada fácil porque dos de sus enemigos han vuelto al concurso -por el momento- Kiko Jiménez y Hugo Castejón, aunque también ha entrado un apoyo, El Cejas. Tendrán que saber mantener la calma y no entrar en discusiones que les hagan perder los nervios como tantas veces nos han hecho ser testigos.
