MADRID, 12 Oct. (CHANCE) -
En todas las familias cuecen habas y en la de la primera edición de Operación Triunfo parece que fue y sigue siendo Juan Camus. El compositor y productor santanderino se siente ninguneado por la dirección del documental (Gestmusic), que no le dio el mismo trato que al resto de sus compañeros, y asegura que su negativa a participar en el concierto del próximo 31 de octubre es una decisión en firme, sin marcha atrás.
"Si defender mi arte, defender el espíritu de El Reencuentro y hacerme valorar y respetar es ser una persona polémica, obviamente, me toca ser muy polémico. No soy ni más ni menos que nadie y, sobre todo, no soy ningún mueble para decorar ningún escenario", dijo el artista de 43 años a Europa Press el pasado 5 de octubre.
Este licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales, que asegura vivir una vida holgada gracias a su trabajo como compositor, productor y a sus múltiples negocios, ha ido más allá al asegurar que la idea del concierto surgió de los concursantes hace un año, con la idea de hacer dos recitales. Uno, con los grandes éxitos de OT y otro, con un repertorio de temas actuales. "Nos mandaron a freír espárragos", subrayó el artista al portal Ecoteuve.
Camus, que no ha sido el único en quejarse de un tratamiento desigual, sostiene la existencia de una 'mano negra' y puso como ejemplo que no le dejaran cantar como al resto de sus amigos en el documental. Juan desea acallar a todos aquellos que le han llamado en los últimos días 'oveja negra' defendiendo su derecho a estar en las mismas condiciones que el resto.
Por lo visto, poco le veremos aportar en el megareportaje, y eso que su trabajo es muy reconocido tanto fuera como dentro de España. El autor del himno del espacio, Mi música es tu voz, junto a Naím Thomas, trabaja en la actualidad con su propio sello discográfico, cuyos estudios y oficinas se encuentran en Londres, donde se trasladó tras licenciarse para seguir su formación musical. Ahora vive a caballo entre la capital británica y Madrid, donde cuenta con varios y boyantes negocios relacionados con la moda y la estética.
El cantante cuenta con cinco discos en el mercado, el último lanzado en 2013 bajo el título de The Henry Allen Appeal Charity Album, un trabajo benéfico para recaudar fondos para ayudar en el tratamiento de un pequeño británico de cuatro años diagnosticado de neuroblastoma, que tristemente falleció en otoño de ese mismo año. Me cuesta tanto olvidarte es el último de sus 20 singles publicados, una versión del clásico de Mecano dedicado a su padre, también fallecido a causa de un cáncer este mismo año. "Sé que tu vida no ha sido fácil, pero quiero que sepas que valió la pena. Descansa en paz. TE QUIERO Papá. Tu hijo", era el mensaje que le dejó el pasado mes de agosto en redes sociales.
Sin embargo, no solo su patrimonio se ha construido a base de beneficios musicales. Juan ha compaginado su pasión con sus estudios y desde hace años dirige varias empresas, como Crystarella, una firma de joyería, Camus London, su propia línea de ropa, y Genética Cosmetics. Incluso se ha atrevido como productor en distintos proyectos cinematográficos y televisivos, como los cortos de animación Balloon y Bulb, y la miniserie australiana The Dough.
Todos tenemos pasado y no hay 'triunfito' que no tenga el suyo en la pequeña pantalla. Sí, Camus también sucumbió a los realities de Telecinco y en 2004 formó parte de Gran Hermano VIP, la misma edición en la que se juntó una fauna tan diversa como Coyote Dax, Marlene Moreau y Rody Aragón. Una experiencia y no más.
Reservado con su vida privada, aunque en el vídeo de presentación de OT salió junto a un chico que muchos identificaron como su pareja, Juan ha jugado a la ambigüedad. Jamás se le ha conocido pareja o ha hablado de sus intenciones de formar una familia, que no quiere decir que ambas no existan o estén entre sus planes. Ojalá así sea y ese éxito que le acompaña en lo profesional sea redondo. Lo cierto es que el más díscolo de OT se ha llevado los grandes titulares y ha acaparado más minutos y páginas que sus compañeros. ¿Acaso hay mejor promoción?
