MADRID, 20 May. (CHANCE) -
Ya lo adelantaba Jorge Javier Vázquez que esta quinta gala de Supervivientes iba a ser bastante intensa. Y es que Honduras ha recibido dos visitas inesperadas para dos de las supervivientes, Carla Barber y Mila Ximénez. Ambas están viviendo una semana de lo más dulce debido a que las dos cumplen años, la Miss lo hizo el pasado día 18 y este próximo sábado lo hará la colaboradora de Sálvame.
Por eso, el programa ha decidido sorprenderlas a cada una con una visita muy especial. Para la colaboradora de Sálvame, su hija Alba ha cruzado al otro lado del charco como también lo ha hecho Rosa, la madre de Carla. Y eso que la mujer como le confesó a Jorge Javier Vázquez tenía algo de miedo a volar.
Aunque Carla ya celebró su cumple junto a sus compañeros, con una pequeña porción de tarta que, desgraciadamente fue algo amarga por culpa de Mari Carmen, que estaba indecisa si comerla o no para reservar esos trozos a los componentes de su grupo que puedan defenderse en las pruebas y así que obtuvieran energía. A pesar de que esto empañara el festejo, la Miss España disfruto de él por todo lo alto.
Con un falso juego de recompensa, las dos visitas esperaban en dos antiguos cambiadores de playa. Carla ha sido la primera que ha podido disfrutar de la visita de su madre, que no evitaba emocionarse al encontrársela de frente.
Por último, Mila Ximénez era la siguiente en descubrir la gran sorpresa. A ella le esperaba su hija, fruto de su relación con Manolo Santana. Emocionada y echando alguna que otra lágrima, Mila Ximénez no dudaba en pronunciar estas palabras: "Doy la gracias a la organización, me habéis hecho el día perfecto. Un millón de gracias".
Lo único que pronunciaba Alba era que "estamos súper orgullosos de ti" refiriéndose a su madre y que los nietos de la colaboradora están más que encantados con su abuela. Todo un reencuentro que se prolongará este fin de semana donde disfrutarán de nuevo de la compañía de cada una con motivo del aniversario de la periodista.
