MADRID, 11 Abr. (CHANCE) -
Saray ha regresado a España después de que la organización de Supervivientes decidiera expulsarla por agredir a Romina. La sevillana propinó un "tirón de pelo y un par de patadas" a su compañera, algo que llevó a la dirección del reality a tomar cartas en el asunto.
Tras la expulsión disciplinaria, Saray ha pisado el plató de Supervivientes muy arrepentida y cabizbaja. La exconcursante ha querido expresar un rotundo perdón a su compañera Romina: “Quiero pedir perdón, pedir mucho perdón por lo que hice, pero soy humana y se me fue. Lo siento mucho, de verdad. Pero no lo siento porque la gente diga, ‘claro lo has hecho y ahora lo sientes’, no, lo siento de corazón. Hay que ser humana hasta para pedir perdón”.
Además, Saray ha hecho un análisis sobre lo que ha aprendido en su corto paso por Honduras: "He aprendido a pedir perdón, y sobre todo, que de los fracasos se aprende mucho. Lo primero que una enseña a sus hijos es a tener educación y yo me he saltado ese protocolo, por eso estoy mal conmigo misma”.
También ha querido justificar en parte su comportamiento en base al "machaque" que recibieron ella y Raquel Mosquera: “Yo sé lo que ha pasado, y no solo yo, también lo que Raquel ha pasado. Lo que ellos están haciendo me parece perfecto, cada uno se toma la venganza por su propia mano, pero detrás de cámaras había mucho machaque. Y con esto no quiero justificar lo que hice, por eso estoy aquí, porque me castigaron. Yo creo que no he sido tan mala. He jugado mi juego, he sido franca de corazón, cuando hemos tenido que discutir he discutido, pero he tenido buen corazón y lo he demostrado. A mí me han quemado mucho por dentro. Yo lo que quiero es que me perdone la persona a la que yo he agredido, eso me importa mucho, porque no quiero tener enemigos en la calle. Yo sé cuándo lo he hecho mal y lo he hecho mal”.
