Entre el 10 y el 15% de los pacientes de cáncer tratados con quimio o radio no recuperan su cabello

El 10 15% de los pacientes de cáncer TRATADOS quimio  radio no recuperan cabello
Foto: GETTY 

MADRID, 4 Feb. (CHANCE) -

   El cáncer es una de las enfermedades que más vidas se cobra en España. La Unión Internacional Contra el Cáncer (UICC), con el apoyo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), celebra el 4 de Febrero el Día Mundial Contra el Cáncer, con el fin último de aumentar la conciencia en la prevención del cáncer.

   Una grave enfermedad, que aunque en muchos casos también es superada, trae muchas secuelas, tanto físicas como psicológicas para los que la sufren. Todos los pacientes de cáncer sufren secuelas por la enfermedad.

   En algunos casos son físicas, dependiendo de la patología concreta y de la agresividad del tratamiento, pero siempre psicológicas: el miedo a que vuelva a repetirse el proceso tiene una presencia constante. La recuperación de la seguridad, la autoestima y de una vida normal juegan un papel fundamental en la superación de la enfermedad y la estética es clave en este proceso.

   La estética es una de las secuelas que más preocupa a los enfermos que han sido tratados por un cáncer: ejerce un efecto psicológico negativo y retrasa la recuperación.

ENTRE EL 10 Y EL 15% DE LOS PACIENTES NO RECUPERA EL CABELLO

   El doctor Víctor Salagaray,  especialista y pionero en la investigación y el tratamiento de los problemas del cabello, ha tratado a muchos pacientes de oncología y asegura que "el cáncer es una enfermedad grave y los oncólogos deben centrarse en curar al paciente, así que las secuelas estéticas pasan a un plano secundario. Sin embargo, tanto durante el tratamiento como cuando ya lo han finalizado, para los pacientes, en especial para las mujeres, recuperar su imagen es esencial porque les ayuda a olvidar antes la enfermedad".

   La pérdida del cabello es una de las secuelas estéticas más habituales tras los tratamientos de quimio y radioerapia. Aunque no todos los pacientes ni todos los fármacos producen la misma pérdida del cabello ni de la misma forma, en el cien por cien de los casos este es uno de los principales efectos secundarios de la medicación.

   En el caso de la quimioterapia, el cabello pierde grosor, vitalidad, capacidad de crecimiento y brillo y es habitual que, aunque se recupere, provoque un cambio de imagen profundo. La radioterapia, por su parte, produce lesiones por quemaduras. En conjunto, entre un 10 y un 15% de los pacientes no vuelven a recuperar el pelo.

   La clínica Salagaray es un centro pionero en el que se tratan todos los problemas relacionados con el cabello, de forma personalizada y responsable con el paciente. Su filosofía absolutamente diferencial y centrada en las personas, le ha convertido en una referencia de prestigio nacional e internacional.

RECUPERAR LA IMAGEN, OLVIDAR LA ENFERMEDAD

   La medicina capilar puede ayudar a los pacientes de cáncer tanto durante como después del tratamiento. La bioestimulación y los microinjertos son los tratamientos que pueden ayudar a los pacientes a recuperar su imagen y, con ella, olvidar la enfermedad.

   Un enfermo que sabe de antemano que va a perder el cabello a causa de su tratamiento puede paliar los efectos de los medicamentos a través de hábitos dietéticos e higiénicos que favorecen la salud del cuero cabelludo y estimulan el crecimiento. Además, el uso de cosmética específica para cuidar la piel dañada y disimular las secuelas favorece considerablemente.

   Antes de sufrir la pérdida, se puede realizar un estudio sobre su imagen para elegir las prótesis temporales adecuadas, no solo para la cabeza sino también para las cejas, una zona que influye mucho en el aspecto del paciente pero que pocas veces se trata.

   Según aconseja el doctor Víctor Salagaray: "es preferible afeitarse la cabeza y colocarse una prótesis en el mismo momento antes que vivir el proceso de la caída, que suele provocar mayor sufrimiento a los pacientes".

   Pero no sólo antes. También hay solución para el después. Entre tres y seis meses después del tratamiento oncológico, cuando el paciente recibe el alta y el oncólogo lo permite, se pueden utilizar distintas técnicas para recuperar el cabello perdido en función de las necesidades de cada paciente:

- Bioestimulación: es uno de los tratamientos que más avances ha experimentado en los últimos años. Su objetivo es aportar al cuero cabelludo los principios activos y los nutrientes necesarios para que el cabello que se ha quedado débil recupere su grosor y su vitalidad.

- Microinjertos: es un proceso de "autodonación" mediante el cual se rellenan las zonas en donde el cabello ha caído con el propio pelo del paciente. Se injerta respetando el mismo ángulo y dirección del cabello original, consiguiendo un aspecto natural y estéticamente perfecto y es definitivo.

   Otro problema es el que suponen las cicatrices. Comunes en los casos de tumores cerebrales, se pueden también eliminar a través de microinjertos o plastias.

   De los pacientes que recurre a este tipo de tratamientos, un 70% son mujeres y un 30% hombres.