Las imágenes de Don Felipe de Borbón con el reloj Toro La Pepa ceñido en su muñeca derecha se han multiplicado en las últimas semanas. Las cámaras fotográficas y televisivas han captado instantáneas del Príncipe en momentos desenfadados, como la entrega de la Copa del Rey o la celebración del gol conseguido por la Selección frente a Italia, y en momentos de gran solemnidad, como la firma de los acuerdos de colaboración con Portugal para investigación nanotecnológica.
MADRID, 21 Jun. (EUROPA PRESS) -
Don Felipe, un gran amante de los relojes, se ha convertido en el gran embajador internacional de la primera pieza masculina de la Colección Toro La Pepa, un diseño exclusivo de estilistas españoles, que incorpora elementos simbólicos.
Los cuatro pilares encargados de sustentar una esfera con 45 milímetros de diámetro, en homenaje a los preceptos fundamentales; la portada de la Constitución de Cádiz, que se graba artesanalmente en la tapa posterior; las correas en piel de becerro con envejecimiento natural, que añaden el toque "vintage" al conjunto; o el logo 200, 1812-2012, con su diseño exclusivo, que materializa el valor del Bicentenario.
La singularidad del reloj mostrado por el Príncipe desde su visita institucional a Cádiz se refuerza con su numeración, ya que es la unidad 0001 de las 1.812 piezas que componen la serie limitada Toro La Pepa. El número grabado manualmente en el flanco de cada caja es el mismo reflejado en el documento de autenticidad que acompaña al reloj.
Los relojes Toro La Pepa están disponibles en dos versiones diferentes, distinguidas por la tonalidad de su esfera: blanca o negra. Ambos colores realzan los dígitos romanos y el bisel, bañados en oro rosa de 18 quilates.
MOVIMIENTO CON SELLO SUIZO, SIMBIOSIS HISPANO SUIZA
La representatividad del reloj más ambicioso de Toro Watch se subraya con una mecánica de origen suizo, la primera de este tipo incorporada a una pieza de Toro Watch.
El calibre SWISS MADE 5030 Ronda, uno de los más prestigiosos a nivel mundial por su precisión y fiabilidad, transmite su movimiento a un reloj de corte clásico, pero con detalles transgresores como: el segundero independiente, con esfera situada a las 6, y el calendario, dispuesto en un sector circular que se abre entre las 2 y las 4.
