MADRID, 1 Feb. (CHANCE) -
A Jennifer Lopez y Drake se les rompió el amor de tanto usarlo. Tal y como cantaba la coplera chipionera (Rocío Jurado) en uno de sus mayores éxitos musicales, la historia entre la actriz neoyorquina y el canadiense ha durado poco más de un mes, y eso que parecía que entre ambos había una enorme sintonía. Las informaciones de la ruptura llegaban desde Amsterdam, donde el músico actuó la semana pasada dentro de su gira europea de conciertos.
Según apuntan algunos medios holandeses, el ocho veces nominado a los próximos premios Grammy fue visto en un restaurante japonés de la capital holandesa en compañía de una conocida actriz porno, Rosee Divine. Los testigos de la cita aseguran que ambos se mostraron muy cómplices y que la parisina acarició en varias ocasiones el brazo de su acompañante. Además, se ha sabido que durante la actuación en el Ziggo Dome, el rapero de 30 años recordó al amor de su vida, Rihanna, a la que calificó como la "reina" delante de todos los presentes.
El silencio parece ser la tónica entre los dos artistas, ni siquiera la presentación de la línea de zapatos lanzada por la protagonista de Shades of Blue junto a Giuseppe Zanotti ha sido aplaudida por el que hasta hace nada la abrazaba cariñosamente en una fotografía de Instagram que dio la vuelta al mundo. La polifacética artista de 47 años le restaba importancia al idilio ante su círculo más cercano y recordaba que entre ellos solo ha habido una colaboración profesional. Ya se sabe que al mal tiempo, buena cara y si no, pocas explicaciones
