MADRID, 6 Jun. (CHANCE) -
Bradley Cooper ya era uno de los actores del momento antes de que Irina Shayk llegase a su vida; pero ahora que su corazón pertenece a la rusa, el actor norteamericano se ha convertido en uno de los personajes más buscados por los flashes de los fotógrafos. Es el 'novio de' que todo paparazzi quiere fotografiar aunque su fama no se la deba a la top model.
El actor se encuentra ahora mismo en Londres donde trabaja en su obra de teatro The Elephant Man, una adaptación que le llevó a probar las mieles del éxito y del reconocimiento en Broadway.
Bradley Cooper no puede pedirle más a la vida. Enamorado de la bellísima Irina Shayk, el protagonista de El Francotirador le ha dado la felicidad que tanto anhelaba la rusa y ha conseguido borrar todos los recuerdos de su "difícil" relación con Cristiano Ronaldo.
Desde que el romance saltase a la luz, la pareja no se esconde pero evita ser fotografiada junta. Ambos quieren mantenerse al margen del foco mediático creado entorno a ellos, una tarea que está siendo muy complicada.
Bradley ha llenado el Theatre Royal Haymarket londinense cada día y son miles de fans los que le esperan para pedirle un autógrafo o una foto con él. Una fama que aumenta por momentos, algo que seguramente él no se esperaba cuando comenzó hace décadas en difícil mundo de Hollywood. Él mismo confesó que "llegué a pensar en suicidarme".
Ahora la suerte está de su lado. Después de éxitos como Resacón en Las Vegas o El lado bueno de las cosas, el actor es uno de los más deseados por los directores de cine norteamericanos. En poco tiempo estrenará su nuevo filme, Joy donde se pone bajo la dirección de David O. Russell. Un éxito que no cesa y que se une a su sonado romance con Irina Shayk. ¿Qué mas puede pedir?
