MADRID, 25 Jun. (CHANCE) -
Hace casi cuatro años, en el verano de 2019, Carmen Martínez-Bordiu decidió retirarse de la vida pública, abandonar Madrid e instalarse en la costa portuguesa junto a su pareja, el neozenlandés Tim McKeague. Feliz en su refugio de Cascais, y llevando la existencia tranquila y prácticamente anónima con la que siempre soñó, con contadas las ocasiones en las que se ha dejado ver últimamente.
La última durante la fiesta del 80 cumpleaños de la princesa Ira de Fürstenberg celebrada en el palacio de Liria el pasado mes de octubre, donde coincidió con grandes amigos como Isabel Preysler, Jaime de Marichalar o Hubertus de Hohenlohe.
Siete meses más tarde, a principios de este mes de junio, la duquesa de Franco regresaba a Madrid y reaparecía en Las Ventas. Aprovechando su visita a nuestro país para visitar a su hijo Luis Alfonso de Borbón y a sus nietos Carmen asistía a una de las corridas de la Feria de San Isidro con una amiga y su hijo.
Ahora, un equipo de Europa Press ha sido testigo de cómo Carmen Martínez-Bordiú sigue disfrutando de su día a día en la capital. Se reunió con unas amigas para comer y, tras la dulce velada, la Socialité salía de un restaurante visiblemente feliz.
Carmen Martínez-Bordiú se refugiaba de la lluvia en el soportal del local mientras que esperaba un taxi y conversaba con sus acompañantes después de pasar un rato de lo más agradable tras meses desaparecida del foco mediático.
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