MADRID, 1 Dic. (CHANCE) -
Giro de guión en el caso de Elisa Mouliaá contra Íñigo Errejón. Días después de que el juez Adolfo Carretero haya acordado procesar el exportavoz de Sumar en el Congreso de los Diputados por presunta agresión sexual a la actriz -ocurrida en octubre de 2021, y que ella denunció ante la Policía después de hacerla pública a través de sus redes sociales en octubre de 2024, coincidiendo con la dimisión del político de sus cargos públicos-, ahora ha sido la artista la que ha movido ficha y ha reclamado que se abra juicio contra el exdiputado y que sea condenado a 3 años de cárcel por un presunto delito continuado de abuso sexual.
En su escrito de acusación, al que ha tenido acceso Europa Press, el abogado de Elisa pide que Errejón también sea condenado a indemnizarla con 30.000 euros "por daños morales y por los daños sufridos a consecuencia del abuso sexual o, subsidiariamente, la que se determine en su caso en fase de ejecución".
Mouliaá solicita que se abra pieza separada de responsabilidad civil contra el acusado, así como se le requiera el abono de fianza y, en caso de no ser abonada, se realicen diligencias para averiguar su situación patrimonial.

El titular del Juzgado de Instrucción Número 47 de Madrid, Adolfo Carretero, señaló en el auto con el que proponía enviar a juicio a Errejón que "los indicios existen y no han sido totalmente desvirtuados por la versión del investigado", añadiendo que la actriz "no tenía ningún móvil espurio, enemistad, odio o venganza" contra el exdiputado, "sino más bien todo lo contrario", a la vez que subrayaba que "su declaración es coherente en lo esencial".
Mouliaá recoge en su escrito de acusación que conoció y mantuvo contacto con el expolítico a través de las redes sociales Instagram y Telegram desde un año antes de los presuntos hechos, el 8 de octubre de 2021, cuando se produjeron "tres episodios de índole sexual que son constitutivos de un delito continuado contra la libertad sexual".
Asegura que ese día asistió a la presentación de un libro de Errejón, que él le invitó después a tomar unas cervezas en un bar y que ambos acudieron a una fiesta en casa de unos amigos de ella, a la que invitó al entonces diputado "por cortesía".
Fue en el trayecto en taxi desde el bar hasta la vivienda donde tenía lugar la fiesta cuando, según el escrito, él le dijo que le iba a imponer tres reglas: "que no se alejase mucho de él esa noche, que si lo hacía no fuese a más de veinte metros de él y regresase en un minuto, y que esa noche le diese un beso".
"Cuando accedieron al edificio, y en concreto, dentro del ascensor, el acusado le refirió a Mouliaá que la tercera regla la iba a romper en ese momento, agarrándole sin su consentimiento y de forma sorpresiva fuertemente de la cintura, incapaz de zafarse, comenzándole a besar", indica.
El segundo episodio que denuncia tuvo ocasión -añade- en el interior de la casa donde se celebraba la fiesta y "se produjo cuando, aprovechando que Mouliaá había bebido alcohol y estaba afectada por la combinación del mismo, lo que mermaba su voluntad y la hacía más vulnerable, el acusado la cogió del brazo con fuerza y la llevó a una habitación, donde sin su consentimiento la empujó hacia la cama", le tocó partes íntimas y ella "se zafó como pudo".
Por último, cuando estaban de camino a casa del acusado, a lo que ella accedió por "el estado de bloqueo emocional y la afectación etílica que mostraba, a pesar de que su padre la contactó telefónicamente para comunicarle que su hija presentaba una temperatura de 40 grados", Errejón "volvió a tocar y manosearla" de nuevo "sin su consentimiento".
"Mouliaá en esta ocasión reaccionó parándole en seco, expresándole que se sentía muy incómoda e invadida, que la dejase en paz, aludiendo a la ley 'solo sí es sí' que propugnaba el partido del que el Errejón era portavoz parlamentario, marchándose en ese momento a su domicilio", expone su abogado.
La actriz advierte de que, "por un conjunto de episodios personales y de estos hechos denunciados", ha sufrido "estrés postraumático" y precisado tratamiento psicológico.

ERREJÓN NIEGA LOS HECHOS Y SOLICITA EL SOBRESEIMIENTO DE LA CAUSA
Errejón, que desmiente los hechos, ha recurrido su procesamiento al considerar que no existen "mínimos indicios" de culpabilidad y sostener que las diligencias practicadas durante la investigación "descartan la existencia de mínimos indicios de criminalidad y corroboran el inventado relato de la denunciante".
Por ello ha reclamado a la Audiencia Provincial de Madrid el sobreseimiento libre y el archivo del procedimiento abierto contra Errejón por el juez Carretero tras la denuncia "tardía" y con "motivación espuria" que entiende que presentó contra él Mouliaá, asegurando que su "único ánimo" fue "obtener una notoriedad e ingresos de los que carecía hasta ese momento, después de varios años sin trabajar, aprovechándose del impacto mediático de su dimisión".
"Para 'subirse a una ola' de la que, a fecha de hoy, no se ha bajado, habiendo adquirido una evidente popularidad y conseguido una frecuente presencia en medios de comunicación", ha expresado su defensa, criticando que el juez "cree a pies juntillas a la denunciante, y no lo que han declarado de forma uniforme, coincidente y sin contradicciones los testigos presenciales e imparciales, que la desmienten íntegramente, entonces todos habrían cometido un falso testimonio excepto Mouliaá".