MADRID, 16 Nov. (CHANCE) -

Laura Matamoros pisó por primera vez el plató de Sálvame el pasado 27 de octubre. Una visita totalmente inesperada e involuntaria para la joven que acarreó un momento de alta tensión en Telecinco.

Mucho se habló los días de después de cómo había vivido la hija de Kiko Matamoros esta 'encerrona'. Paz Padilla y Kiko Hernández buscaron a Laura en el set de rodaje de Hazte un selfie, el programa en el que colaboró durante dos días. Una pequeña incursión en Cuatro que terminó de una manera un tanto precipitada. Lecturas recoge el testimonio de un compañero de programa que no alaba el trabajo de la joven Flores: "Laura está muy verde, no es natural y le cuesta leer las entradillas en el telepronter. Sufre por su inseguridad, la tenían encerrada en un camerino bajo nombre falso para protegerla".

Este nerviosismo y su enfado con su anterior representante han llevado a Laura a tomar la decisión de apostar por una nueva estrategia. La ganadora de Gran Hermano VIP ha decidido fichar a Susana Uribarri para darle un toque diferente a su carrera televisiva.

Mientras intenta hacerse un hueco en el mundo de la moda como 'it girl', el programa que le ayudó a ser la ganadora del reality más VIP de la televisión le echa en cara el olvido al que les tiene sometidos. Ella asegura que "quiere mogollón" a Sálvame pero en reiteradas ocasiones los directores del programa han confirmado que Laura ha rechazado asistir a su plató.

Deseando convertirse en una estrella de la moda, la luz que emanaba hace siete meses en Guadalix de la Sierra se va apagando. Ella, como su hermano, ha decidido adoptar el apellido de su madre en detrimento del de su padre, todo para intentar desligarse del universo Telecinco. ¿Lo conseguirá? Pronto lo veremos.