MADRID, 10 May. (CHANCE) -
Elena Tablada vuelve a sonreír tras el último descalabro amoroso vivido después del intento fallido de reconciliación con su novio, Daniel Ariguita. Mientras su ex, el cantante David Bisbal vive plenamente su historia de amor con la actriz, Rossana Zanetti, la diseñadora se ha dejado ver disfrutando de la noche madrileña en compañía de un amigo muy deportista con el que parece llevarse a las mil maravillas.
Como recordaremos, hace casi dos años la conocida diseñadora se daba una segunda oportunidad con su novio, Daniel Ariguita. Sin embargo en este caso se ha cumplido el refrán que reza 'segundas partes nunca fueron buenas' y en el verano de 2014 ambos decidían poner punto y final a su reconciliación.
La pareja atravesó una crisis por la que estuvieron los meses de febrero y marzo separados, pero decidieron darse una segunda oportunidad e incluso planearon un romántico viaje por las Maldivas y Dubai.
Pero la relación no terminó de funcionar. Al parecer fue el empresario quien decidió poner punto y final a esta relación y desde entonces no volvieron a tener contacto. Precisamente la joven acudía sola al festival Starlite de Marbella sin compañía de Daniel, lo que hizo saltar todas las alarmas sobre una posible separación que finalmente se confirmaba.
ELENA TABLADA ESTRENA LA PRIMAVERA CON NUEVO AMOR
Ahora vuelve a sonreír y el responsable es un atractivo joven que luce una cuidada barba y que es un apasionado del deporte. Elena se reunió Javier Ungría, sobrino de Miriam Ungría, a la salida del gimnasio al que acude diariamente por lo que todavía vestía su indumentaria deportiva.
Ambos se mostraron muy cómplices, charlando animadamente. Tablada, que apostó por un look sobrio con pantalón y camisola negra y cazadora vaquera, no dudó en atusarle el pelo al joven, que sonreía tímidamente. Tampoco dudó en acariciar su mejilla dando muestra de la estrecha relación habida entre ellos.
Al día siguiente la conocida diseñadora volvió a reunirse con su amigo con el que disfrutó de una íntima velada en un conocido restaurante de la capital. Al terminar el joven hizo gala de ser todo un caballero acompañando a la ex de Bisbal hasta su domicilio. Tras intercambiar unas breves palabras, se despidieron con dos cariñosos besos.
