MADRID, 16 Dic. (CHANCE) -
La familia de Isabel Pantoja por fin tiene motivos para celebrar y reunirse y es que la pequeña Ana Rivera Rosales ha cumplido este fin de semana tres añitos, y aunque todavía es muy pequeña ha conseguido reunir a su familia y lo más importante, que vuelvan a sonreír.
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Ayer podíamos ver como Kiko Rivera e Irene Rosales salían de casa con una sonrisa de oreja a oreja acompañados de sus hijas para hacer las compras pertinentes a la gran celebración y del regalo de la pequeña, que derrochando gran simpatía solo un rato después se lo mostraba a nuestras cámaras. Una muñeca que se convirtió en la gran inseparable de la pequeña Ana durante el día de su cumpleaños.
Luego la familia al completo se trasladó hasta un local donde tuvo lugar la celebración, allí se reunieron con amigos y familiares y como no puedo ser de otra manera con Isabel Pantoja. A pesar de que la tonadillera no está viviendo un buen momento tras haber vuelto a ser traicionada por sus empleadas de confianza de Cantora, Isabel llegó conduciendo su propio coche y con una sonrisa de oreja a oreja se volcó en muestras de cariño y atención con su nieta.
La celebración se prolongó más de lo esperado y la artista fue una de las últimas en abandonar la fiesta, al hacerlo quiso dar buena muestra de lo bien que se lo había pasado rompiendo su silencio rompiendo su silencio para confesar que: "los niños están divinamente y nosotros felices de verlos". Además, quiso agradecer a la prensa su presencia y felicitar las fiestas mostrando así su cara más amable y cercana a la que ya nos tiene acostumbrado desde hacer unos meses a pesar de los infortunios. Aunque lo cierto es que la felicidad de Isabel Pantoja no dudaría mucho y es que solo horas después de verla en el cumpleaños de su nieta conocíamos la noticia del fallecimiento de su primo, Chiquetete.
Pero no hay celebración del clan Pantoja que se precie en la que no haya ausencias y en esta ocasión la protagonizó Chabelita, que aunque no se sabe si fue invitada o no o el motivo por el que no ha acudido al cumpleaños de su sobrina, una vez ha estado apartada de un plan familiar, esta vez con las navidades a la vuelta de la esquina.
Pero ni si quiera la ausencia de Isa consiguió entristecer el día, en el que tanto Irene como Kiko se mostraron de lo más feliz y contento. Irene confesaba que el día que nació su primera hija fue "el más bonito de mi vida", mientras Kiko ha ejercido como un padre ejemplar en todo momento.
