MADRID, 4 Nov. (CHANCE) -
Sin duda, a ser uno de los personajes más alocados, dicharacheros, sin vergüenza y de lo más descarados de Hollywood lleva su tiempo. Eso o ser simplemente Jennifer Lawrence. La naturalidad y espontaneidad de la protagonista de Los Juegos del Hambre se ha convertido en su sello oficial.
Desde salir airosa de no una, si no dos caídas en las prestigiosa gala de los Oscar, donde en una de ellas solo fue a recibir la preciada estatuilla. Sus innumerables apariciones en los diversos programas donde deja correr su particular sentido del humor la han alzado sin duda como la Miss Simpatía de Estados Unidos.
Sin embargo, tanta naturalidad a veces 'saca de quicio' a sus compañeros de rodaje de la popular saga de Los Juegos del Hambre. Por ejemplo, Liam Hemsworth confesó que, a pesar de la gran amistad que los une pues casi se han convertido en uña carne, odiaba besarla en el set de rodaje. ¿El motivo? Pues que Lawrence y su particular sentido del humor hacía que comiese cosas con ajo o atún y le dejase un desagradable aliento.
Pero parece que el cuñado de Elsa Pataky no es el único que no soporta alguna que otra gracieta o incluso manía de la joven y oscarizada actriz. En una entrevista para Entertainment Weekly, Josh Hutcherson desvela la manía que no soporta de su compañera de rodaje en la adaptación cinematográfica de la obra de Suzanne Collins. "Ella me pone muy nervioso porque mueve mucho la pierna como si fuera un tic nervioso. ¡Deja de hacer eso!", le reprochaba el intérprete a Lawrence durante el encuentro que tuvieron con la publicación.
Josh relató que durante el rodaje de la cinta adolescente compartían una caravana doble en camerinos separados. "Pensé que estaba temblando, pero me di cuenta que su pierna era la que hacía que toda la caravana se pusiera a temblar", recordó el actor.
Sin embargo, el que parece estar encantado con trabajar junto a Lawrence y no tiene queja de ella es el actor Bradley Cooper, pues han vuelto a repetir como pareja protagonista en Joy, su cuarta película que hacen juntos. ¿Será que la amistad que pone celosa a Irina Shayk puede con esas manías? Lo que está claro es que tiene que ser divertido disfrutar de la compañía de Lawrence por lo menos unos cinco minutos.
