MADRID, 13 Sep. (CHANCE) -
Laura Escanes y Risto Mejide no tuvieron un fin de vacaciones soñado. A finales de agosto, cuando la pareja regresó a su casa tras varias semanas descansando con su familia lejos de Madrid, se llevó una desagradable (y molesta) sorpresa. Y es que algún 'graciosillo' se había dedicado a lanzar huevos a la fachada y a las ventanas de su domicilio y a los coches de los alrededores, como la influencer 'denunció' a través de sus redes sociales.
"Pues nada, este es nuestro recibimiento. Idiotas (porque no tienen otro nombre), que han tirado huevos en casa cuando no hemos estado, tenéis un problema grande", publicaba indignada, mostrando las secuelas del acto vandálico del que había sido víctima su domicilio durante su ausencia.
Un episodio sobre el que ahora se pronuncia por primera vez Laura, explicando que "al final lo importante no es la fachada sino lo que está dentro de casa, y lo que tenemod que hacer es vida normal".
Reconociendo que se "asustó un poco" porque este ataque demuestra que sus haters saben donde viven Risto y ella y cree que "lo habrán hecho adrede", la influencer asegura que "no podemos vivir con miedo ni pendientes de eso".
Por ello, y aunque se especuló con que podrían tomar medidas legales contra la persona que publicó su dirección en redes sociales hace un año, la catalana nos cuenta que han decidido dejarlo pasar y no poner este feo asunto en manos de la justicia: "No, lo hemos dejado, ya está".
Y es que Laura y Risto tienen cosas más importantes en las que volcarse, como en su hija Roma, que cumplirá tres años en octubre y acaba de empezar el cole, un lugar que no acaba de gustar a su pequeña: "Ahí está, más o menos. El primer día súper ilusionada, pero ahora que ya sabe a lo que viene ya más complicado, pero todo bien".
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