MADRID, 27 Jul. (CHANCE) -

"Queridos amigos. Estoy bien. Me estoy tomando un tiempo para mí junto a buenos amigos. Siento haber expuesto recientemente ciertos asuntos privados. Actué por miedo y tristeza ... Todos cometemos errores". Así arrancaba el extenso texto con el que Lindsay Lohan agradecía a sus seguidores las muestras de apoyo y cariño recibidas tras su sonada ruptura del joven millonario Egor Tarabasov, sonada porque los que seguimos habitualmente a la actriz en redes fuimos testigos de un desenlace inesperado.

"Por desgracia, mi vida siempre ha sido pública. He hecho un montón de trabajo en búsqueda de mi misma en los últimos años, y que debería haber sido más clara en lugar de distraerme del buen corazón que tengo", continuaba la intérprete de 30 años. "Mis intenciones no estaban destinadas a enviar mensajes contradictorios... Pero tengo 30 años y me merezco un #GENTLEgiant. La vida es amor y luz. No la ira. Gracias a los que están a mi lado", concluyó Lilo.

Parece que la estrella cinematográfica ha encontrado la paz y el sosiego que necesitaba junto a sus amigos con los que disfruta en estos momentos de unas vacaciones en alta mar, aunque no ha desvelado dónde se encuentra.

Cuando regrese a casa, no sabemos si a su domicilio de Londres o pasará más tiempo en Estados Unidos, Lohan tendrá que hacer frente a la demanda judicial presentada por el cineasta Matt Martin, que exige a la actriz la devolución de los 10.000 dólares que recibió para promocionar Little Mermaid, un acuerdo que incluía tres promociones de la cinta que nunca se llegaron a producir.

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