MADRID, 20 Feb. (CHANCE) -
Los Montes Parejo están de enhorabuena. La recién estrenada firma de moda de Lourdes y Sibi, dos guapas sevillanas más conocidas ahora como las hermanas Montes, va como un tiro; y la mayor de ellas, foco de atención mediática desde que se convirtiera primero en novia, y luego en flamante esposa de Francisco Rivera, está esperando un niño.
"Estamos encantados. Y mi hermana feliz; le vuelven loca los niños y va a ser una tía estupenda". Lourdes confiesa que sus sospechas comenzaron en Navidad: "Y como el día 27 nos íbamos a esquiar, quise asegurarme para saber si podía o no hacer vida normal. Me compré un predictor de incógnito total, me hice la prueba en el estudio que comparto con cuatro amigas íntimas y, al salir del baño, se lo conté. A continuación llamé a Fran, ¡y se puso como loco!". Hoy asegura que lo único que no va a ser una sorpresa es el nombre. Su hermana lo corrobora: "Francisco sí o sí". Aunque el sexo del bebé todavía no es seguro, la idea del matrimonio es fija quieren un hijo sí o sí.
Analilen es su flamante firma para novias, una aventura creativa que comenzaron hace poco más de un año y cuya meteórica marcha las tiene algo sobrecogidas, y absolutamente encantadas.
"La idea surgió en septiembre de 2013 y para primavera del año pasado habíamos sacado ocho propuestas para novias. A mí me gustaban mucho los trajes de novia, y me daba coraje ver que los vestidos de algo que te ocurre una vez en la vida fueran tan parecidos los unos a los otros -explica Lourdes-. Además, estaba en un despacho de abogados, pero tenía cero vocación por el Derecho y la espinita del diseño clavada. Cuando empecé con Fran era muy complicado seguir su ritmo de viajes y corridas con un horario normal; y además él es muy de 'cumple tus sueños'. Así que me dije: 'Oye, tengo 28 años... ¿Me veo hasta los 65 hasta arriba de papeles?'. 'Me muero'" afirma Lourdes.
Lourdes explica a la revista Vogue cómo conoció a Francisco: "Lo conocí en una caseta en la que también estaba mi tío, porque tenían amigos comunes. Pero no me lo presentó él; me lo presentó un amigo".
Vogue: ¿Con intención?
Lourdes Montes: ¡Con intención por su parte! Él fue quien le dijo: Preséntame a esa niña, a ver quién es. Fíjate, al año y medio de estar saliendo, coincidimos aquí en Ronda con este amigo suyo que me dijo: Te voy a contar una cosa que no te había contado, porque te había visto cuatro veces en mi vida. Aquel día de feria, cuando entraste en la caseta, Fran me dijo: 'Mira, con esa me voy a casar'. ¡Y a Fran se le había olvidado!
Vogue: Fran tenía una profesión peligrosa, una relación previa con mucho peso, un intimidante interés mediático y mucho -demasiado- arte con las mujeres. ¿No hubiera sido más inteligente plantarte, dar media vuelta y echar a correr?Sibi Montes: Y lo intentó...
Lourdes Montes: Pero pudo más la insistencia de Fran que mi miedo. Creo que funcionó, precisamente, porque se lo puse complicado. Yo llevaba en una relación ocho años, así que le dije que no quería saber nada. Pero pasaron los meses, mi relación terminó, y Fran no había dejado de estar ahí en todo ese tiempo.
Vogue: Al final se salió con la suya; algo haría bien.
Lourdes Montes: Muchísimas cosas. Tenemos un carácter parecido y gustos sorprendentemente afines. Y me lo pasaba muy bien con él... Hay veces que se abstrae de todo; se queda 'en la parra' y ni me escucha. Oye -hay que decirle-, baja, que te estoy hablando. Me sienta fatal. Pero luego es un romántico. No sabes la parafernalia que me liaba, las sorpresas constantes...
Vogue: ¿Crees que en ocasiones se te ha tratado injustamente?
Lourdes Montes: No sólo a mí, a todo el mundo. Además, no sé qué pasa con la familia Rivera Ordóñez que genera esa tremenda atracción mediática. Fran mueve un dedo y la audiencia hace así, ¡boom! Y eso es superagotador.
