MADRID, 7 Dic. (EUROPA PRESS) -
Pocos días después de revelar que su padre se encontraba gravemente enfermo, Keith Urban anunciaba la triste noticia de su fallecimiento la noche del pasado sábado. "He estado profundamente conmovido por el amor y el apoyo que (Nicole Kidman) y yo, y nuestra familia, hemos recibido desde la muerte de mi padre el pasado sábado", decía el cantante de 48 años en un comunicado a la revista People.
"Su larga batalla contra el cáncer ha terminado y, por fin, está en paz. El amor de mi padre por la música country y América me puso en el camino de mi vida, y es gran parte de lo que soy hoy en día. Gracias a todos los que nos han tenido en sus pensamientos y oraciones", decía el emocionado músico Keith Urban.
Una triste noticia que llegaba pocas horas después de que el juez de American Idol comunicara a los medios el frágil estado de salud de su padre. Fue en la presentación de su nueva exposición en el Country Music Hall of Fame, la semana pasada, cuando el artista comentaba el ingreso de Robert Urban en un centro de cuidados paliativos.
"Probablemente sólo le queden un par de semanas", admitía el apesadumbrado compositor en un comentario que era un augurio del fatal desenlace que se produjo horas después.
Keith ha encontrado en su esposa el mayor consuelo en estos delicados momentos. El año pasado, el padre de la oscarizada actriz, Dr. Antony Kidman, murió a la edad de 76 años después de una mala caída en un hotel de Singapur. Urban canceló parte de sus conciertos para acompañar a la intérprete australiana.
La estrella cinematográfica, Nicole Kidman, que desde hace meses ha fijado su residencia temporal en Londres por su participación en la obra teatral Photograph 51, ha hecho un descanso profesional obligado para apoyar al padre de su hija, Sunday Rose.
