MADRID, 9 Oct. (CHANCE) -
Bella, sensual y cercana. Así posa Rihanna para la última portada de Vanity Fair, una producción que no ha pasado por alto el momento histórico que atraviesan las relaciones entre Estados Unidos y Cuba y que se ha realizado en el humilde distrito de El Cerro y en algunas de las calles más emblemáticas de La Habana Vieja.
Las fotos llevan el sello inconfundible de Annie Leibovitz, a la que las celebridades adoran y en quien confían cuando se trata de quitarse la ropa.
Porque entre las muchas instantáneas que ha captado el objetivo de la artista estadounidense, hay una en la que la de Barbados aparece totalmente desnuda y tumbada boca abajo en una cama de lo que podría ser un hotel típico de la capital isleña. En el resto de imágenes seleccionadas para ilustrar la entrevista interior se ve a la cantante de 27 años rodeada de ciudadanos cubanos, que la fotografían con sus móviles; y apoyada en la barra de un típico bar isleño, frente a un coche antiguo, otra de las señas de identidad de la capital cubana.
¿Y qué cuenta la estrella musical a la publicación? Entre otras cosas, Riri habló por primera vez a un medio de comunicación sobre la relación con su ex novio, Chris Brown, y sobre paliza que este le propinó en 2009. "No le odio. Cuidaré de él hasta el día de mi muerte. No somos amigos, pero tampoco enemigos. Apenas tenemos relación ahora", añadió la artista, que justificó la segunda oportunidad que le dio al rapero en 2012 porque ella creía ser "su ángel de la guarda".
"Yo era esa chica que pedía que quitaran su orden de restricción contra mí. Yo era esa chica que pensaba que, por más dolorosa que fuera la relación, algunas personas son más fuertes que otras. Tal vez soy un ángel guardián para esa persona, que estará ahí cuando él no sea tan fuerte, cuando no comprenda el mundo, cuando necesite que alguien esté ahí para él, cuando necesite que le dé apoyo y le diga lo correcto", explicó a la periodista Diane Sawyer.
