AUSTRALIA, 29 Abr. (EUROPA PRESS) -
Acusar de infiel a una persona casada es un plato de muy mal gusto y más aún si la historia es totalmente falsa. Es lo que ha sucedido con Katy Perry, por eso ha recurrido a la justicia para que un juez dictamine la situación.
La historia comenzó con una publicación en la portada de la revista 'NW' que confirmaba una "relación íntima" entre Katy Perry y su productor Benny Blanco, tras la boda de la cantante con Russell Brand.
Bajo el título: "Exclusiva mundial, el otro hombre de Katy" aparecía la publicación, que también se atrevió a añadir: "Se teme ruptura por esta revelación impactante."
"La intérprete se sintió humillada", ha confesado el representante de Perry. Además, según explicaron fuertes cercanas a la pareja, Katy y Russell sufrieron grandes problemas matrimoniales a raíz de la noticia e incluso estuvieron acudiendo a terapias matrimoniales.
Por eso, y porque "la demandante ha sido gravemente ofendida en su reputación y sentimientos", Katy Perry ha demandando a la revista australiana. "Ha sufrido estrés, vergüenza y humillación, es injusto", ha dicho la fuente.
Según ha publicado el periódico 'Herald Sun', la cantante de 'Thinking of You' busca una indemnización millonaria por daños y perjuicios.
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