La ex Primera Dama de los Estados Unidos ha decidido prolongar su estancia en nuestro país y, tras unas vacaciones privadas en Mallorca, ha pasado varios días en Madrid
MADRID, 12 Sep. (CHANCE) -
Apasionada de nuestro país, Michelle Obama ha vuelto a escoger España para disfrutar de sus vacaciones de verano. Sin la compañía de su marido, Barack Obama, que en esta ocasión no ha podido acompañarla por motivos profesionales, la ex Primera Dama de los Estados Unidos ha pasado unos días en Mallorca en compañía de algunos amigos como el exembajador de EEUU, James Costos, y su esposo, el interiorista Michael Smith.
Una escapada en la que se ha dejado ver con normalidad en algunos de los restaurantes más populares de la isla, y tras la que ha puesto rumbo a Madrid para poner el broche de oro a sus vacaciones antes de regresar a su país y retomar sus compromisos laborales.
Una visita que ha hecho a título privado y de la que las cámaras de Europa Press han sido testigos de excepción. Protegida por fuertes medidas de seguridad -al menos cinco vehículos oficiales y una docena de guardaespaldas- Michelle Obama ha disfrutado de un traquilo paseo por el centro de la ciudad, consiguiendo pasar desapercibida con gafas de sol y un look tan juvenil como cómodo para hacer turismo: vaqueros acampanados y top de sisas de algodón en color cámel, que combinó con sandalias planas de tiras, bolso tipo bandolera de piel, pañuelo al cuello en beige y una moderna bandana a modo de diadema retirando su larga melena de su cara.
Durante la jornada, también tuvo tiempo de disfrutar de la gastronomía, aunque lejos de visitar un restaurante de comida española, eligió 'Fayer' -en el madrileño barrio de Chamberí- que ofrece una gran variedad de israelíes y donde comió con varios amigos.
Tras varias horas en el interior, la mujer de Barack Obama abandonaba el local sola y retomaba su paseo por la ciudad, que ha visitado en varias ocasiones y de la que se confiesa una enamorada. Una visita que ha realizado a título privado, que ya ha llegado a su fin y en la que, según publican algunos medios, también aprovechó para regresar al Museo del Prado y disfrutar de una de las pinacotecas más completas del mundo.
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