MADRID, 1 Jun. (CHANCE) -
Chanel se fue a La Habana y paseó por la alameda, Louis Vuitton también cruzó el charco y se empapó del espíritu carioca -y de su deporte- y ahora Dior ha cambiado París por la campiña inglesa para presentar su colección crucero de 2017.
La maison llevó todas sus novedades al Palacio Blenheim, que está a menos de media hora de Oxford, y el mismo sitio lugar donde la casa francesa celebró de sus desfiles en el pasado, uno en 1954 y otro segundo en 1958, cuando el Duque y la Duquesa de Marlborough invitaron a Christian Dior, que también estuvo -de forma virtual- el martes en el desfile, a presentar sus creaciones.
El desfile volvió a ser una prueba de que Dior puede caminar con seguridad y valentía por la pasarela sin Raf Simons, que desde que salió de la firma nadie le ha sustituido al frente de la dirección creativa.
Los diseños de la casa francesa fusionan a la perfección el chic francés que caracteriza a Dior con el estilo rural de la campiña inglesa como se pudo ver en las blusas péplum, las chaquetas tweed o los blazer y chalecos de lana que bien podrían formar parte de los cazadores ingleses.
Antes de que comenzara el desfile, el mismísimo Christian Dior fue el encargado de supervisar el fiting porque gracias a la tecnología la firma lo 'revivió' y como mostraron en su cuenta de Instagram el modisto no perdió detalle de todos los preparativos, aunque solo fue durante 15 segundos que dura el vídeo.
Aunque en el front row estuvieron celebrities como Emma Roberts, Kate Beckinsale, Kiernan Shipka y Kate Mara e incluso Tatiana Santo Domingo y la blogger Chiara Ferragni, la auténtica protagonista del desfile fue Bella Hadid, que nuevo rostro beauty de Dior que se ha estrenado como modelo para Dior.
