MADRID, 16 Sep. (CHANCE) -
Ganas de verano, de diversión, de fiestas en la piscina, de momentos surrealistas y hasta de bodas. Eso es lo que quiere transmitir Ágatha Ruiz de la Prada con la Primavera/Verano 2017 que acaba de presentar en la MBFW de Madrid y que ha estado pasada por las aguas oceánicas que han decorado la pasarela y al césped azul por el que han caminado las modelos.
Fresca, con mucha picardía, divertida y, cómo no, con algunos de los símbolos más icónicos de la diseñadora como los corazones y las flores, lo nuevo del universo agathista engloba las prendas más llevables a otras completamente surrealistas.
Pet Shop Boys y su pegadizo Happiness han sido los encargados de poner la banda sonora al desfile de moda baño con anclas, arcoíris que cubren el cuerpo con cintas, ladrillos, jardines e incluso sofás... ¡cualquier excusa es buena para marcar en diferencia mientras se está a remojo!
En la particular pool party de Ágatha hay biquinis y bañadores con plásticos holográficos, panas, lúrexes, crin tubular, rizo de algodón, dupión de seda, peluche forrado en satén, polipieles nacaradas y de espejo, lentejuelas, metacrilatos y metal.
Las plataformas de PVC transparentes con suela fucsia y su icónico corazón provocaron tropiezos, como le pasó a Joana Sanz, la ganadora del Premio L'Oréal París a mejor modelo en la pasada edición, que se quitó los zapatos en mitad de la pasarela para no sufrir un Bella Hadid.