La periodista se estrena como actriz de doblaje con la película de animación 'Los tipos malos'
MADRID, 16 Mar. (CHANCE) -
Sara Carbonero está viviendo uno de los momentos más dulces de su vida, no cabe duda. Disfrutando de su soltería cuando se acaba de cumplir un año del anuncio de su separación de Iker Casillas - y cuando su ruptura con Kiki Morente parece un hecho después de meses de rumores - la periodista divide su tiempo entre sus hijos, Martín y Lucas, y su trabajo, que últimamente no deja de darle alegrías.
Y es que a su aplaudido programa de entrevistas en Radio Marca, 'Que siga el baile' - por el que semanalmente pasan algunos de los artistas más importantes de nuestro país - y al éxito que Isabel Jiménez y ella están cosechando con su firma de ropa, 'Slow Love', se une ahora su debut como actriz de doblaje.
Demostrando que no hay reto que se le resista, Sara pone voz a una de las protagonistas de la película de animación, 'Los tipos malos', que promete convertirse en uno de los éxitos infantiles de la temporada. ¿Su personaje? Una intrépida y divertida reportera llamada Tiffany Peluchi con la que la manchega tiene mucho en común.
Este martes ha tenido lugar en Madrid la presentación de la comedia y, como no podía ser de otra manera, Sara se ha convertido en la gran protagonista del photocall en el que posó con su mejor sonrisa y acompañada por el resto de protagonistas de 'Los tipos malos'; Pedro Alonso, Gemita, Nil Ojeda, Santi Millán y Joaquín Reyes, con los que presumió de complicidad en todo momento.
Guapísima y con un intenso y llamativo bronceado - fruto de su reciente escapada a México con Isabel Jiménez - la periodista ha acaparado todas las miradas con su look, una oda a la primavera con la que, además, ha adelantado cuál será uno de los colores más vistos en los próximos meses.
Sí, el naranja. Un color que cuenta con tantos defensores como detractores - después de ver a Sara cada vez menos - con el que la ahora actriz de doblaje ha querido hacer un guiño a la película (donde este color tiene gran protagonismo), regalándonos de paso un inspirador y vibrante look para el día a día en el que los detalles tienen una gran importancia.
Un vestido de un intenso naranja, de largo midi, cuello redondo y silueta fluida, que ha combinado con una gabardina en color camel remangada a la altura de los hombros, unas sandalias doradas de altísimo tacón ancho - y con plataforma delantera para darle ese plus de comodidad - y pulseras y pendientes también en dorado, destacando así el envidiable moreno que conserva de su escapada a México.
Un look que invita al optimismo, que grita primavera por todas las esquinas y que ha conseguido lo impensable: crearnos una necesidad irracional de hacernos con un vestido naranja en el armario.
