MADRID, 28 Ene. (CHANCE) -
Tras cuatro días repletos de tendencias, la Semana de la Alta Costura de París ha echado el cierre. El miércoles desfilaron dos de los diseñadores favoritos por las actrices para vestir en los Oscar, como Elie Saab y Zuhair Murad, que fue el encargado de ponerle el broche final a la Haute Couture parisina.
Valentino inauguró la jornada con un homenaje por todo lo alto a Roma. Los directores creactivos de la firma Maria Grazia Chiuri y Pier Paolo Piccioli se han vuelto a inspirar a la bella Italia y visten a la mujer con tejidos fluidos, brocados e incluso patchwork, que nos traslada al medievo y que nada tiene que ver con esos diseños románticos repletos de flores a los que nos tenían acostumbrados.
Abundaron los escotes vertiginosos que recuerdan a los se llevaban en la Roma clásica. Eso sí, también hay terciopelo, como en anteriores colecciones y si hay algo que nos enamora de lo nuevo de Valentino son los maxicollares de estabones, las diademas de serpiente y las sandalias joya.
Sería casi tan imposible imaginarse una Alta Costura sin Elie Saab como unos Oscar sin una de sus creaciones. El libanés llenó la pasarela ua vez más sus joyas en forma de vestido. Bordados, transparencias y tules que se tiñen de los clásicos nudes, grises y blancos. Mujeres extramadamente sexys pero muy elegantes. Y además sorprendió con una línea más sport. Sí, es posible porque llena de pedrería gorras, botas de inspiración militar, riñoneras, mochilas...
Para crear Amour en Cage, Zuhair Murad se inspiró en las flores que dan como resulltado una colección llena de brillos, volumen, pedrería y escotes, todo muy femenino. Muy Murad.
Jean Paul Gaultier homenajeó a la que fue su musa Edwige Belmore, que falleció el pasado septiembre , y de quien dijo que era "el ángel platino más bello" que jamás había conocido. El enphant terrible recreó incluso el ambiente de la puerta de la discoteca Palace en la que las modelos, con una estética andrógina y punk, bebían champán y fumaban. Para esta temporada Gaultier propone a la mujer vestirse de hombre con chaquetas masculinas, camisas, tirantes... ¡y vestidos lenceros que sacaban el lado más sexy!
