MADRID, 21 Sep. (CHANCE) -
De una desaparición casi total tras la marcha del Rey Juan Carlos a Abu Dabi en agosto de 2020 a convertirse en la gran protagonista de la agenda real en la última semana. Doña Sofía ha dejado por fin el ostracismo en el que ha permanecido en los últimos tiempos para retomar sus compromisos institucionales con más ilusión que nunca y demostrar la impotancia que tiene su figura en el seno de la Familia Real.
Así, este martes la Reina Emérita ha presidido en el Centro Alzheimer de la Fundación que lleva su nombre el VIII congreso internacional de enfermedades neurodegenerativas, un acto en el que hemos visto a una sonriente Doña Sofía que no oculta su felicidad por su esperado regreso a la vida pública después de un verano en Palma de Mallorca en el que apenas se ha dejado ver.
La de hoy se trata de la tercera aparición de la madre de Felipe VI en menos de una semana; si el miércoles pasado - coincidiendo con el 49 cumpleaños de la Doña Letizia - la Emérita reaparecía presidiendo la entrega del premio Reina Sofía de pintura y escultura, el sábado se dejó ver nuevamente, en esta ocasión en Alicante y participando en la limpieza de una playa, una causa en la que está muy volcada por su conciencia ecologista.
Y como no hay dos sin tres, Doña Sofía ha protagonizado su tercer acto esta mañana luciendo la mejor de sus sonrisas, muy elegante con un traje de pantalón en color crema, que ha combinado con una camisa estampada y complementos de piel en color marrón. Un evento con el que la Emérita deja claro que las palabras jubilación o retirada no entran en sus planes y que la Familia Real sigue teniendo en su figura a uno de sus valores más firmes.
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