Cómo mantener una buena hidratación en Navidad

Hombre bebe agua por el calor
EP
Europa Press Chance
Actualizado: jueves, 17 diciembre 2009 18:11

MADRID 17 Dic. (EUROPA PRESS) -

La hidratación es importante para la salud durante todo el año, pero la población no tiene conciencia de ello. En invierno se tiende a beber menos y a prestar menos atención a lo que pierde el organismo.

Especialmente durante las fiestas navideñas se dan situaciones que pueden provocar importantes pérdidas y, por tanto, un riesgo de deshidratación. Es el caso de las largas jornadas de compras, las aglomeraciones, las altas temperaturas provocadas por la calefacción, la práctica de deportes de nieve, las comidas copiosas y el abuso del consumo de alcohol, etc.

La deshidratación afecta al rendimiento físico y mental, y puede provocar dolor de cabeza, malestar general o calambres musculares, entre otras cosas. Para evitar estos riesgos para la salud, el OHS los expertos del Observatorio de Hidratación y Salud (OHS) recomiendan ingerir entre 2 y 3 litros de líquidos incluyendo, además de agua, infusiones, refrescos, zumos, lácteos y caldos. El sabor de las bebidas también hace más fácil beber la cantidad necesaria.

En una tarde de compras se puede perder más de medio litro

Una de las escenas más habituales en estos días de Navidad son las compras. Ya sea en centros comerciales o en las tiendas a pie de calle, se realiza un esfuerzo físico importante. Las aglomeraciones de gente, los cambios bruscos de temperaturas entre el frío de la calle y la calefacción de cada comercio y los kilómetros que se pueden llegar a recorrer hacen que el cuerpo pierda hasta 0,6 litros de líquido en una tarde.

Además, al estar constantemente en movimiento, mirando distintos artículos es fácil olvidar que hay que beber. Para este tipo de situaciones, es recomendable llevar a mano una botella de nuestra bebida favorita que recuerde la necesidad de beber de forma periódica.

Las comidas copiosas y el alcohol también deshidratan

Durante la Navidad también aumentan las reuniones sociales. Cada español acude en estas fechas un gran número de comidas o cenas y en ellas es habitual cometer excesos. Los menús típicos navideños emplean una gran cantidad de sal y de salsas para dar sabor a los platos. Estos condimentos hacen necesaria una mayor ingesta de líquidos que compensen las pérdidas hídricas del organismo, un comportamiento que desconocen la mayoría de los españoles.

Además, la población no sólo no refuerza la hidratación estos días, sino que aumenta su conducta de riesgo de deshidratación al consumir de forma frecuente alcohol, una bebida con una gran capacidad diurética que hace que el cuerpo pierda líquidos.

Por eso cuando se unen las comidas copiosas, el exceso de sal en los platos y la ingesta de alcohol, aunque sea moderada, hay que tener en cuenta que existe un riesgo de deshidratación. Para evitar esta situación hay que ingerir de 2 a 3 litros de líquido al día, incluyendo variedad de bebidas y aumentar esta cantidad si es necesario.

Hidratación y deportes de nieve

En esta época del año es muy frecuente practicar deportes de nieve como ski, alpinismo o snowboard. A pesar de que la temperatura exterior en la montaña sea muy baja, el esfuerzo físico y las prendas oclusivas y aislantes con las que se practican esos deportes hacen que la temperatura corporal sea elevada, por lo que es habitual sudar y perder líquido y sales minerales. De hecho, en una jornada de ski se pueden llegar a perder hasta 1,5 litros.

Además hay otro factor de riesgo que se incrementa en la montaña al practicar deportes de nieve: la disminución de sensación de sed, una señal del cuerpo que alerta de que es necesario tomar líquido. Sin embargo, cuando la sed aparece ya existe cierto grado de deshidratación. En la nieve, aunque se pierde una gran cantidad de líquido el cuerpo tarda más tiempo en manifestar esa sensación, por lo que el riesgo de deshidratación aumenta considerablemente.

Por eso, en la montaña hay que aumentar la atención que se presta a la hidratación y beber antes de tener sed. El OHS recomienda beber antes, durante y después de ejercicio y tener en cuenta que además de recuperar el líquido que se pierde también es importante reponer las sales minerales que puede arrastrar el sudor (sodio, magnesio, calcio, etc.) cuando la intensidad y el esfuerzo físico son elevados.

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