MADRID, 29 Sep. (CHANCE) -
Chicote viaja esta semana a los Países Bajos para salvar de las aguas el restaurante que regenta un español muy peculiar, preocupado más de su vena artística que de sacar a flote su negocio. El cocinero madrileño y el equipo del programa de laSexta pone rumbo a Utrech, donde visita el restaurante ELE, un local de un extrovertido español, Fermín, que después de años de éxito se encuentra en una situación complicada.
Es el dueño más imprevisible de la temporada, capaz de cantar subido a las mesas o impedir el paso de los camareros mientras dura su actuación entre mesa y mesa. A pesar de estar situado en una de las zonas más turísticas de la ciudad, que anualmente atrae a miles de visitantes, el negocio se encuentra hoy en una complicada situación que puede llevarlo al cierre, algo que para su dueño significaría también el cierre de todo un sueño.
El problema reside en la falta de organización de su gerente y la falta de profesionalidad en sala y en cocina. Las actuaciones de Fermín colapsan el servicio, algunos clientes, en busca de una velada agradable, se topan con una fiesta inesperada y la cocina es un auténtico caos en el que algunos de sus cocineros desconocen los platos.
Todo lo que chef de Antena 3 afronta como proyecto televisivo se convierte en éxito. El estreno de Pesadilla en la cocina hace una semana confirmó este regreso en plena forma con más de un millón y medio de espectadores un dato a tener muy en cuenta debido a la enorme competencia que suponen Gran Hermano y Águila Roja.
