MADRID, 4 Mar. (CHANCE) -
Quizá hayan sido las pizzas, la ya épica foto selfie o la concentración de famoso por metro cuadrado, pero lo que está claro que esta edición de los premios más importantes del mundo cinematográfico ha conseguido reunir ante el televisor a más de 43 millones de telespectadores, la cifra más alta desde hace diez años.
Hay un evento televisado en los Estados Unidos que siempre es el más visto del año, la famosa Super Bowl, pero la ceremonia de los Oscar ocupa un segundo lugar y cada año gana más adeptos. Gracias a la pizza que comieron Brad Pitt y Julia Roberts, los bailes de Pharrel con Lupita y Meryl Streep y la fotografía que consiguió Ellen DeGeneres, han hecho de la 86 edición de los premios todo un show.
Es un claro evento de entretenimiento televiso, y su presentadora ha sabido llevarlo a lo más alto aunque todavía no supere la cifra de 53 millones de telespectadores que tuvo la gala de los Oscar en 1998. Pero hay algo más que tiene la culpa de tal aumento: las redes sociales. Solo de la palabra Oscar, se produjeron más de 1 millón de tuits según informes elaborados por la compañía Nielsen y la famosa foto de la que todo el mundo habla, ha batidos récords. Un saber hacer que recoge sus frutos.
