MADRID, 16 Feb. (CHANCE) -
Kanye West empieza a rozar la desesperación. El marido de Kim Kardashian atraviesa un mal momento profesional. En plena gala de los Grammy, el rapero trató de llamar la atención en Twitter y lanzó un mensaje en el que anunciaba la retirada de su nuevo disco, The Life of Pablo, del mercado, pasando a engrosar el catálogo de Tidal, la plataforma de música en streaming del productor Jay-Z.
"Mi álbum nunca, nunca, nunca estará en Apple. Y nunca estará a la venta Solo se podrá tener en Tidal. Por favor, a todos mis amigos, fans y amantes de la música. Regístrense en Tidal ahora. También todas las canciones de Good Fridays estarán en Tidal. Yo y Kendrick (Lamar) tenemos 40 canciones y yo y Young Thug tenemos 40 temas. ¡¡¡40/40 club!!!", escribió el músico en las redes sociales.
Lo cierto es que la presentación del nuevo trabajo discográfico durante el desfile de su colección Yeezy 3 en Nueva York no dejó buen sabor de boca. Terminó hablándose más de la polémica por el verso dedicado a Taylor Swift, con insulto incluido, que de su música o de los estilismos. Ni tampoco su actuación en Saturday Night Live colmó las expectativas, 12 horas después su trabajo de estudio sufría una importante caída de ventas.
En la otra cara de la moneda, la actual reina de la industria le dedicaba el discurso tras recoger el Grammy al Álbum del Año por 1989. "Como la primera mujer que gana dos veces el premio a Álbum del Año, quiero decirles a todas las mujeres ya que habrá gente que intentará boicotear su éxito y atribuirse sus logros. Pero si se centran en su trabajo y no dejan que esas personas entorpezcan su camino, un día se darán cuenta de que lo habrán logrado gracias a su esfuerzo y a la gente que les quiere", dijo la novia de Calvin Harris.
No corren buenos tiempos para el polifacético artista, que confesaba en su cuenta de Twitter tener graves problemas financieros. La deuda del padre de North y Saint West asciende a 53 millones de dólares, justo la misma cantidad que se embolsó su esposa el año pasado. Pero no lo tendrá fácil para que la estrella televisiva le solvente el problema, ya que tienen cuentas separadas, por aquello de que en esta vida nunca se sabe. Tal debe ser su nivel de ansiedad que clamó al mismísimo fundador de Facebook para que le prestara un billón de dólares. "Mark Zuckerberg invierte mil millones de dólares en las ideas de Kanye West tras darse cuenta de que él es el mayor artista en la actualidad y el mayor artista de todos los tiempos", escribió el músico, petición que no ha tenido respuesta, por lo menos pública.
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