MADRID, 14 Dic. (CHANCE) -
Belén Esteban vive sus horas más bajas. A la malograda relación profesional y de amistad con el que fuera su representante, Toño Sanchís, se une el fallecimiento de una amiga de la familia. La colaboradora de Sálvame sacaba fuerzas de su espinosa situación con el que fuera su representante para arropar a los suyos en el madrileño tanatorio de la M-30.
Vestida de manera informal, con vaqueros pitillo, deportivas y un plumas en color beige, se personaba en las inmediaciones del centro y se reunía con la familia para darles todo su apoyo y cariño. Belén caminaba del brazo de una joven a la que trataba de infundir consuelo en estos difíciles momentos.
Entretanto intercambiaba impresiones sobre el tema de Toño Sanchís, uno de los temas que más se ha estado comentando en su programa. Todo está en manos de los gestores y abogados y parece que también lo estará en la justicia. Por el momento, la de Paracuellos no se pronuncia al respecto y evade cualquier tipo de cuestión al respecto.
"Ya hablaré", son las palabras de respuesta de la colaboradora de Sálvame cuando se intenta abordar la cuestión. Hasta que no esté todo claro y pueda hablar con pelos y señales del tema, no abrirá la boca para que nada de lo que diga entorpezca esta investigación.
