MADRID, 10 Mar. (CHANCE) -
Karl Lagerfeld sabe como llamar la atención en sus desfiles para Chanel. Su pasarela es todo un show, y la verdad que es una experiencia única.
Ya hemos visto un auténtico supermercado para una de las pasadas Semanas de la Moda de París y también hemos visto como construía toda una calle de una ciudad para organizar toda una manifestación por el feminismo.
Está claro, la Maision sabe como llamar la atención. En esta ocasión para esta Fashion Week de París 2015, el diseñador ha construido toda una brasserie, un café-restaurante típico francés.
Allí, las modelos como si de un cuadro viviente formaban parte, han ido desfilando con las propuestas de Chanel para el próximo invierno.
El negro y el blanco, son ya los reyes de las pasarelas y son dos de los colores inconfundibles de la paleta de colores de los diseñadores. Abrigos acolchados y de tweed con un aire retro han ido desfilando por nuestros ojos. Bombers, vestidos con vuelo y transparentes, hacían de las modelos todas unas de las asiduas a este 'Brasserie Chanel'.
Oro, gris, granate se entremezclaban para crear un colección única, como las que suele hacer Lagerfeld. Además, el diseñador no ha dudado en contar con dos de las modelos que ya son 'fetiche' para él: Cara Delevingne y sorprendentemente, Kendall Jenner.
Ambas -muy amigas- repiten encima de la pasarela y la hermanastra de Kim Kardashian ve cumplido su sueño de triunfar en el mundo de la moda de la mano de Chanel.
