Kardam de Bulgaria, funeral de 'estado' entre Reyes

REYES EN EL FUNERAL DE KARDAM DE BULGARIA CON INFANTA CRISTINA
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RAUL TERREL/JOSE OLIVA/JOSÉ RAMÓN GUISADO
Actualizado: martes, 9 junio 2015 14:31

MADRID, 9 Jun. (CHANCE) -

   El funeral de Kardam de Bulgaria, celebrado el pasado lunes en el antiguo monasterio de San Jerónimo el Real de Madrid, llegó a adquirir la dimensión de Estado al reunir a una amplia representación de las Casas Reales europeas. Los Reyes Felipe VI y Letizia, así como los monarcas eméritos, Juan Carlos y Sofía y sus majestades de Holanda, Guillermo y Máxima acompañados por la princesa Beatriz.

   Pero sin duda la sorpresa del día la dio la Infanta Cristina con su inesperada asistencia, acompañada en todo momento por su hermana, la Infanta Elena y su primo, Pablo de Grecia.

   La misa ortodoxa por el Príncipe de Tírnovo, que falleció el pasado 7 de abril tras más de siete años de convalecencia, congregó a 300 personas en el histórico templo madrileño, escenario de numerosas exequias, juras de herederos, bodas y proclamaciones regias.

   Los primeros en llegar fueron los príncipes Kubrat y Konstantin junto a sus esposas, Carla Royo-Villanova y María García de la Rasilla, acompañados por sus respectivos hijos. Tras ellos el que fuera rey Simeón y su mujer, doña Margarita Gómez Acebo acompañados por sus hijos Kyril y Kalina de Bulgaria, con el hijo de ésta, Simeón Hassan de ocho años de edad, todos ellos de riguroso luto. Instantes después se uniría a ellos el aventurero Kitín Muñoz, que llegaba al volante de su propio vehículo.

   No quiso faltar Rosario Nadal para arropar a la que fuera su familia política durante veinte años y con los que sigue manteniendo una cordial relación.

   Don Juan Carlos y doña Sofía se personaban en las inmediaciones de la iglesia minutos antes de las ocho de la tarde junto a la princesa Irene de Grecia. Las hermanas del monarca emérito también asistieron a las exequias; mientras que la Infanta Pilar llegaba hasta el templo junto a sus hijos Simoneta, con un look 'Black & White', y Fernando. Por su parte la infanta Margarita acudía junto a su marido, Carlos Zurita y su hijo Alfonso.

DON JUAN CARLOS Y DOÑA SOFÍA LLEGABAN JUNTO A LA PRINCESA IRENE DE GRECIA

   Minutos después de las 20 horas llegaron los Reyes Don Felipe y Doña Letizia encabezando el cortejo real, siendo recibidos por Miriam Ungría con una reverencia. Doña Letizia volvía a sorprender por su elegancia y distinción con un exquisito a la par que sobrio traje de chaqueta en negro. Volvía a decantarse por su corte bob en un original recogido.

   Por su parte, la relación de la Familia Real española con los Bulgaria siempre ha sido especialmente cercana. Desde su llegada a Madrid, en 1951, el Rey Simeón II, padre del Príncipe de Tírnovo, ha tenido mucha presencia en la vida española y sus lazos con Don Juan Carlos y Doña Sofía se califican desde el Palacio de la Zarzuela como de "familiares". De hecho, los Bulgaria están emparentados con casi todas las Casas Reales europeas.

   Los Reyes de España daban la bienvenida a los monarcas holandeses, Guillermo y Máxima. Los dos matrimonios se saludaban afectuosamente. Mientras que el rey holandés se fundía en un abrazo con don Felipe, las reinas Letizia y Máxima se saludaban con dos cariñoso besos.

Reyes de España y de Holanda

Los Monarcas neerlandeses eran amigos cercanos del Príncipe de Tírnovo y no asistieron en calidad de jefes de Estado representando a su país, sino a título personal, dados los lazos de amistad que existen entre ambas familias.

LOS REYES FELIPE VI Y LETIZIA DABAN LA BIENVENIDA A LOS MONARCAS GUILLERMO Y MÁXIMA DE HOLANDA

   Mientras el rey Guillermo y su esposa, Máxima se acercaba a mostrar sus condolencias a Miriam Ungría y a los padres del fallecido, mientras que don Felipe y doña Letizia recibían a la princesa Beatriz, que acudía acompañada por su nuera, la princesa Laurentien.

   Fue precisamente la viuda de Kardam de Bulgaria, acompañada por sus hijos Boris y Beltrán, la que se detuvo unos instantes en la escalinata de la parroquia para agradecer a los medios las condolencias y el interés mostrado. Tras ella Konstantin junto a su mujer, María García de la Rasilla e hijos, y Kubrat con su esposa, Carla Royo Villanova.

   Pero sin duda quien causó una mayor sorpresa fue la presencia de la Infanta Cristina, que viajó sola desde Suiza, y que llegó hasta las inmediaciones de la parroquia acompañada por su hermana, la Infanta Elena y su primo, Pablo de Grecia. La duquesa de Lugo coincidió con su ex marido, Jaime de Marichalar, quien sigue manteniendo una estrecha relación con la Familia Real de Bulgaria.

   Eduardo Pío de Braganza y señora, Isabel de Heredia, Cristina de Borbón Dos Sicilias acompañada por su marido, Pedro López Quesada y su hija mayor, Elena Cue, sin su esposo, Alberto Cortina, así como la estilista, Naty Abascal, que eligió el blanco inmaculado en su vestuario, fueron otros de los asistentes al multitudinario funeral.

   Enrique Ponce y Paloma Cuevas, visiblemente recuperada tras el reciente fallecimiento de su hermano Victoriano el pasado mes de diciembre a consecuencia de un infarto, coincidieron con el matrimonio coincidió con Miguel Báez Litri y su mujer, Carolina Herrera.

INESPERADA PRESENCIA DE LA INFANTA CRISTINA ACOMPAÑADA POR SU HERMANA ELENA Y SU PRIMO, PABLO DE GRECIA

   Samuel Flores y su esposa, Isabel Santos Suárez, Blanca Suelves y Johannes Osorio y Carmen Martinez Bordiú también quisieron arropar a la familia con su presencia.

   Al finalizar la ceremonia, los reyes Felipe VI y Letizia, acompañados por Guillermo y Máxima abandonaron las instalaciones. Los monarcas de ambos países esperaron a recibir a los reyes Juan Carlos y Sofía. Precisamente la reina holandesa saludó cariñosamente al monarca emérito, mientras doña Sofía abrazaba a la madre del fallecido.

   Por su parte el rey Felipe VI saludaba al primogénito de Kardam de Bulgaria, cogiéndole de los hombros como muestra de afecto. Pero sin duda la imagen más esperada era el reencuentro entre don Felipe y don Juan Carlos, con un apretón de manos que se prolongó durante algunos minutos.

   Tras la marcha de las monarquías de España y Holanda, aparecieron las Infantas Elena y Cristina que aprovecharon para saludar al resto de asistentes. La duquesa de Palma estuvo resguardada en todo momento por su primo Pablo, aunque fue notable la ausencia de sus respectivas parejas.

   Miriam Ungría agradecía las muestras de cariño de todos los asistentes mientras portaba emocionada una fotografía de su marido, Kardam de Bulgaria, siempre cerca de su corazón.

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