Al parecer la pareja ha decidido abandonar Los Ángeles por la presión mediática que sufren y sobre todo por preservar la intimidad de sus hijos India de 2 años y los gemelos Tristan y Sasha de 8 meses. El lugar sería el pueblo costero de Byron Bay, donde recientemente han adquirido una mansión que les ha costado la friolera de 7 millones de dólares, según apunta la prensa del país.